La audiencia paritaria entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Cámara Argentina del Acero pautada para este martes genera expectativas a raíz de la falta de acuerdo entre las partes, en el marco de la negociación colectiva del sector siderúrgico. Precisamente, esas expectativas giran en torno al posible endurecimiento de las medidas sindicales si los empresarios no mejoran la oferta que pusieran sobre la mesa de discusiones.
El gremio que conduce Abel Furlán viene reclamando subas retroactivas en el orden del 4%, con carácter acumulativo, para los meses de julio y agosto, así como un 3% para el corriente mes de septiembre.
Por su parte, desde la patronal, donde tienen un gran peso en la toma de decisiones las empresas Techint y Acindar, insisten en el techo a los aumentos y continúan ofreciendo una suba del 2% cada mes.
La última reunión formal entre las partes se celebró el pasado martes 11 de septiembre, cuando los empresarios manifestaron la “imposibilidad” de otorgar los aumentos solicitados por la UOM, en el marco de un contexto de “desacople” entre la evolución inflacionaria y el tipo de cambio, a lo que se suma la “amenaza” de una apertura de importaciones que ponga a las empresas a competir con acero de China e India.
Desde aquel día a la fecha, hubo varios encuentros en el ámbito privado. Fuentes de la seccional San Nicolás de la UOM le manifestaron a este diario que en esas reuniones no hubo avances significativos.
Para el gremio, la cámara empresaria busca atar la discusión salarial al dólar, en término de la devaluación del peso que mensualmente dispone el Gobierno. Señalaron que, en ese escenario, el techo del 2% podría disminuir en caso de que la devaluación mensual del tipo de cambio sea inferior a ese dígito, pero, por el contrario, “si fuera del 5% o 10% o más, las remuneraciones no se incrementarían en idénticos porcentajes, sino que se mantendrían con el topo de 2%”, criticó la mesa de conducción nacional del sindicato.
El antecedente de la paritaria de la rama 21 no es bueno: la recomposición salarial anterior se firmó después de siete meses de arduas negociaciones con medidas de fuerza incluidas.