El 3 de junio se celebra en la Argentina el «Día del inmigrante italiano», en homenaje al nacimiento del general Manuel Belgrano, hijo de inmigrantes italianos en nuestro país.
El «Día de los inmigrantes italianos» se estableció en Argentina en octubre de 1995, durante el gobierno del presidente Carlos Menem.
De esa manera, se les rindió un homenaje a todos aquellos que llegaron masivamente a esta tierra, a partir del siglo XX, en la que han sido fundamentales para el desarrollo a través del trabajo, la cultura y la gastronomía.
Después de una escala por España, el italiano don Domingo Belgrano Pérez llegó a Buenos Aires donde conoció a Doña María Josefa González.
Fruto de esa pareja, el 3 de junio de 1770 nació Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, a quien la historia lo recuerda como un prócer, el creador de la bandera y uno de los Padres de la Patria.
A partir de la sanción de la Constitución Argentina en 1853, el pueblo italiano percibió que las puertas argentinas estaban abiertas.
Fue así que prepararon sus valijas y sin miedo a lo desconocido, arribaron a estas tierras comerciantes, industriales, técnicos, operarios y hasta algunos artistas, pero la mayoría de los recién llegados fueron agricultores que trajeron la cultura del duro trabajo campesino.
Su presencia colmó los infinitos campos argentinos y se convirtieron en los pilares fundamentales del progreso del país, sobre todo en la primera mitad del siglo XX.
Su primer destino fue Capital Federal y el -por entonces en formación- gran Buenos Aires. La Boca del Riachuelo, se convirtió en un símbolo de esa nacionalidad a tal punto que, en una oportunidad propusieron crear una república independiente en ese sector de la capital argentina.