Esta semana se desarrollará una instancia decisiva en la causa judicial que investiga la muerte de quien fuera obispo de la Diócesis de San Nicolás. En la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario tendrá lugar una audiencia donde el Ing. y Lic. en Accidentología Vial Oscar Geretto presentará su investigación. El perito planteará “que es mecánicamente imposible que el choque en el que murió Ponce de León haya sido como se declaró en su momento”.
De la Redacción de EL NORTE
[email protected]
El 1° de junio a las 10:00 se desarrollará una instancia decisiva en la causa judicial que investiga la muerte de quien fuera obispo de la Diócesis de San Nicolás. En la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario tendrá lugar una audiencia donde presentará su investigación el Ing. y Lic. en Accidentología Vial Oscar Geretto. El perito planteará “que es mecánicamente imposible que el choque en el que murió Ponce de León haya sido como se declaró en su momento”. Lo hará mediante la herramienta PC-CRASH, software de referencia a nivel mundial en análisis de accidentes viales. Este programa sirve para reproducir de forma virtual los accidentes viales y analizar detalladamente la mecánica de los mismos. A partir de las características de los vehículos y de la ruta, aplica complejos algoritmos matemáticos que explican el movimiento de los vehículos en la colisión en cuestión.
Para analizar qué sucedió en el hecho que le costó la vida a Ponce de León, el ingeniero Geretto tomó la declaración de Luis Antonio Martínez –el conductor de la camioneta que chocó con el obispo– y fotografías de aquel día.
Reapertura de la investigación
El obispo Carlos Horacio Ponce de León encontró la muerte en un hecho fatal en la ruta que va de San Nicolás a Buenos Aires. Fue el 11 de julio de 1977. La parte querellante funda la hipótesis del atentado considerando –entre otras cuestiones– “su enfrentamiento con las autoridades militares por su defensa de los sacerdotes presos y su apoyo a las familias de los desaparecidos”. “Consta que recibía continuas amenazas de muerte y que era objeto de operaciones de inteligencia”, sostiene.
En 2004, la Fiscalía General –luego de varios años de investigación– requirió la reapertura de la causa para que se investigaran los hechos que terminaran en la muerte de monseñor Ponce de León, habiendo tomado conocimiento de una denuncia que se había hecho en 1984 ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep) “donde se expuso que la muerte del obispo había sido causa de un homicidio doloso”.
El Ministerio Público hizo en 2020 un pedido de nulidad por ‘cosa juzgada írrita’ contra la sentencia –que concluía que el fallecimiento del obispo había sido derivado de homicidio culposo y lesiones culposas por accidente de tránsito– que se dictó en julio de 1978, por irregularidades que el organismo manifestó encontrar del estudio del proceso. El juez de Primera Instancia rechazó el pedido de nulidad. Luego llegaron las apelaciones, en el marco de las cuales tendrá lugar la audiencia de este miércoles.
Las Secretarías de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación adhieren al pedido de ‘cosa juzgada írrita’ de la Fiscalía, invocando que los hechos que se debaten en la causa son crímenes de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptibles.
