Ante los resultados de la autopsia que corroboraron que hubo abuso sexual y los indicios que muestran que también lo habrían golpeado, crece la hipótesis de que José Gosen, quien apareció maniatado y muerto el pasado 19 de diciembre, habría sido violado y torturado para que confiese dónde tenía el dinero de la venta de un supuesto inmueble.
De la redacción de EL NORTE
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A partir de que el pasado 19 de diciembre apareció el cadáver de José Gosen, maniatado, golpeado y abusado en su casa de barrio Don Américo, se desataron numerosas versiones sobre este horroroso asesinato. Sería el dinero del fallecido la hipótesis principal que manejan los investigadores como móvil del brutal crimen antecedido de la tortura y abuso que debió padecer.
Lamentablemente Gozen no tenía familiares en la ciudad, sino en Junín.
Según lo comentado por vecinos, José era muy apreciado en barrio Don Américo, pero la inseguridad de la zona preocupaba al jubilado que tenía en venta la casa pero no lograba concretar la operación.
El móvil del homicidio que se maneja desde un principio es que Gosen hacía unos meses había materializado una importante transacción con una propiedad, lo que le había significado un ingreso monetario importante. Se especula que su agresor lo tuvo maniatado y ejerció violencia sobre el jubilado para que diga dónde está el dinero, que aparentemente habría sido depositado en el banco. Los resultados de la autopsia que muestran que Gosen fue abusado sexualmente produjeron un cambio en la carátula a abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte. Lo que despierta sospechas de tortura es que Gosen también fue golpeado mientras estaba atado.
Es preocupante también el hecho de que de la casa del fallecido desaparecieron dos armas de las que no se tienen rastros y que las mismas hoy podrían estar en la calle, pudiendo ser utilizadas para delinquir.
Detenido
Recordemos que la ciudad resultó conmovida la noche del domingo 19 de diciembre por el hallazgo de un hombre asesinado en una casa del barrio Don Américo, en Pellegrini 1284. Según un informe de la DDI local, miembros del organismo se presentaron en el lugar por un llamado a Emergencias 911, pudiendo constatar que el propietario del inmueble se hallaba sin vida en el interior del baño. El hombre de 78 años, cuyo nombre era José Gosen, estaba sin ropa, maniatado y con señales de violencia, además de un gran desorden en los ambientes de la vivienda.
A partir de su muerte y el informe de la autopsia, que mostraba que había indicios de violencia sexual, se desataron numerosas hipótesis, muchas de ellas vinculadas al dinero que tenía Gosen.
En primera instancia personal policial, tras labores investigativas y recepción de declaraciones testimoniales, concretó un allanamiento en una casa vecina a la de Gosen, dónde aprehendió a la moradora porque sus dichos no concordaban con algunas situaciones, y al secuestro de dos celulares, con la finalidad de recabar datos para el esclarecimiento del hecho. La mujer fue liberada por falta de mérito, pero la causa hacia ella continúa.
Una de las incógnitas del caso es que no se encontró el teléfono de Gosen ni dos armas que tenía, al momento de requisar el lugar, siendo clave para determinar lo ocurrido.
Detención
Con el avance de la investigación se pudo establecer que fue asesinado el día anterior, mismo día en que se registró su última conexión de WhatsApp a las 22 horas. El teléfono de la víctima, según el informe de la compañía telefónica, se activó al día siguiente, pero con otro chip.
Mediante la búsqueda de la señal del aparato se realizó un allanamiento de urgencia en la vivienda de un joven de 24 años que tenía en su poder el teléfono celular de Gosen. El aprehendido expresó a los efectivos actuantes que había comprado ese teléfono a través de Facebook el 17 de diciembre, el mismo día que se halló el cadáver.
La Justicia comenzó a investigar quién sería el que efectuó la venta del celular y tras amplias tareas investigativas lograron identificar al mismo, Diego Manuel Díaz, que luego fuera detenido.
