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jueves, enero 9, 2025
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Golpe de calor: cuáles son síntomas y las medidas a tener en cuenta ante las altas temperaturas

Los niños y personas en grupo de riesgo son quienes deben tener más cuidados para evitar sufrirlo.

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La ola de calor es un estado del tiempo con altas temperaturas y alta humedad, que abarca grandes zonas del país y que persiste durante varios días sucesivos, por lo cual el Ministerio de Salud de la Nación recomienda especial cuidado con adultos mayores, bebés, niños hasta 5 años, personas embarazadas y en lactancia, personas con alguna enfermedad crónica o con sobrepeso, personas expuestas al calor en su ambiente laboral y quienes viven en situación de calle.

“Cuando hace mucho calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y esta puede elevarse a más de 37°C debido a la deshidratación, la disminución de la sudoración y el desajuste del centro cerebral encargado de controlar la temperatura corporal. En esta situación, se produce el agotamiento por calor y, si persiste, puede evolucionar a un problema más grave conocido como golpe de calor”, explicó la Dra. Valeria El Haj.

Es importante considerar las alertas tempranas del sistema meteorológico y este sistema tiene una clasificación de niveles ascendentes o de colores:

  1. Verde: no hay peligro para la salud de la población.
  2. Amarillo: estos días pueden ser peligrosos para los grupos de riesgo como los bebés, niños pequeños y las personas mayores de 65 años.
  3. Naranja: estos días se recomienda no realizar deportes ni actividad física al aire libre.
  4. Rojo: son situaciones excepcionales y puede afectar a todas las personas.

“Quienes tienen mayor riesgo de presentar golpes de calor son los menores de 5 años y, más aún, los niños menores de 1 año, los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas que pueden ser cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras personas con fiebre por otra causa o diarrea, personas que presentan obesidad o desnutrición y quiénes tienen la piel quemada por el sol”, aseguró especialista.

Para evitar el golpe de calor, las recomendaciones son:

  • Los niños deben permanecer en lugares frescos, bien ventilados, vestidos con ropas claras, holgadas, livianas y, preferentemente de algodón.
  • Ofrecer líquidos constantemente (agua o jugos naturales) aún sin sed, y evitar las bebidas azucaradas.
  • Durante el período de lactancia, se puede aumentar la frecuencia de las tomas.
  • Ingerir frutas y verduras, y evitar comidas calóricas y abundantes.
  • Evitar exposición al sol en el horario de 10 a 17. No exponer al sol niños menores de 1 año.
  • No realizar deportes o actividad física al aire libre los días de mucho calor.
  • Si por algún motivo debe permanecer al aire libre, es necesaria la protección con gorros y cubierto el cuerpo con ropa de mangas y pantalones largos.
  • Aplicar protectores solares de amplio espectro contra rayos UVA/UVB media hora antes de la exposición y renovar cada 2 H.
  • Utilizar protectores solares aún en días nublados.
  • Tomar baños o refrescarse con agua varias veces al día.
  • Cuidar los alimentos, evitando que no hayan perdido cadena de frío, verduras lavadas y carnes bien cocidas.  
  • Nunca permanezca con los niños, ni los deje solos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

Los síntomas de un golpe de calor

Los síntomas de un golpe de calor en niños y adultos mayores pueden compartir similitudes, pero existen diferencias importantes debido a las características fisiológicas de cada grupo.

Síntomas en niños

  • Fiebre alta: temperatura corporal superior a 39°C sin signos de infección.
  • Piel caliente: inicialmente húmeda por sudoración, pero puede volverse seca en etapas avanzadas.
  • Llanto inconsolable o irritabilidad: especialmente en bebés y niños pequeños.
  • Somnolencia o debilidad: pueden estar muy cansados o apáticos.
  • Dolor de cabeza o mareos: aunque los más pequeños pueden manifestarlo con llanto o incomodidad.
  • Náuseas o vómitos.
  • Respiración rápida y superficial.
  • Confusión: dificultad para responder o reaccionar.
  • Convulsiones o pérdida de conciencia: en casos graves.

Síntomas en adultos mayores

  • Confusión o desorientación: uno de los signos más comunes y a menudo el primero en manifestarse.
  • Somnolencia o letargo: pueden parecer excesivamente cansados o con poca energía.
  • Fiebre alta: temperatura corporal elevada, superior a 39°C.
  • Piel seca y enrojecida: la sudoración puede disminuir significativamente.
  • Mareos o sensación de desmayo.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Náuseas o vómitos.
  • Pulso rápido y débil: también puede haber respiración acelerada.
  • Pérdida de conciencia: en casos avanzados.

Diferencias entre los síntomas de los niños y los de los adultos:

– Niños: los síntomas pueden aparecer más rápidamente debido a su menor capacidad para regular la temperatura. El llanto, la irritabilidad o los cambios de comportamiento son signos de alarma.

– Adultos mayores: pueden no sentir sed ni manifestar síntomas evidentes hasta que la situación es grave. Es más común que presenten confusión o letargo como primeras señales.

Qué hacer ante un golpe de calor

  • Trasladar a la persona  a un lugar fresco y ventilado.
  • Hidratar con agua fresca, evitando bebidas azucaradas o muy frías.
  • Enfriar su cuerpo con paños húmedos o un baño con agua tibia a fresca.
  • Buscar atención médica inmediata si los síntomas son graves o no mejoran.

El peligro de dejar a los niños encerrados en un vehículo

En días soleados, la temperatura dentro de un vehículo puede subir más de 10 grados en solo diez minutos, superando con creces la temperatura exterior. Los niños, además, son mucho más sensibles al calor, ya que sus cuerpos se calientan hasta cinco veces más rápido que los de los adultos. Este incremento puede provocar un golpe de calor severo en pocos minutos, generando deshidratación, mareos, desorientación, pérdida de conocimiento e incluso daño irreversible a órganos vitales. Si no se actúa a tiempo, las consecuencias pueden ser fatales.

“Pensar que ´será solo un momento´ mientras se realiza una compra o se resuelve una tarea rápida puede dar una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, cualquier retraso o distracción puede convertir esa decisión en una tragedia. Esto ocurre incluso en días que parecen moderadamente cálidos, ya que la acumulación de calor en el interior del vehículo es rápida e implacable”, explica la directora médica Nacional de OSPEDYC.

Para evitar riesgos, es fundamental no dejar nunca a un niño solo dentro de un auto, ni siquiera por unos minutos. También es importante desarrollar hábitos que nos ayuden a recordar siempre que llevamos un niño a bordo, como colocar un objeto personal en el asiento trasero junto al niño o usar recordatorios visuales.

“Es fundamental recordar estas recomendaciones generales sobre la hidratación, alimentación y refrescar el cuerpo. Además, no podemos dejar de tener en cuenta la vulnerabilidad manifiesta de los más chicos, por lo que es menester cuidarlos”, finalizó El Haj.