En la noche del sábado, la Gendarmería Nacional interceptó un camión que había salido de una localidad en Salta y se dirigía hacia los suburbios de Buenos Aires. Se especula que la cocaína estaba destinada a la exportación.
Alrededor de la medianoche del sábado, en el peaje de General Lagos en la autopista Rosario-Buenos Aires, un perro entrenado para detectar drogas perteneciente a la Gendarmería Nacional (GNA) se agitó al inspeccionar un camión cargado de porotos en su viaje desde Salta a la provincia de Buenos Aires.
El perro de la GNA no estaba equivocado. La fuerza federal descubrió alrededor de 427 kilos de cocaína ocultos entre las 35 toneladas de porotos. El conductor, un hombre de 35 años de Santiago, fue detenido y será interrogado por la Corte Federal de Rosario.
Según fuentes de la fuerza federal, la interceptación del envío millonario se produjo durante un control preventivo. Inicialmente, la Gendarmería solicitó documentación, que estaba en orden. La novedad surgió cuando el perro de la fuerza se agitó durante una breve inspección del vehículo.
Como resultado, el personal de la GNA descubrió que entre las bolsas de arpillera llenas de porotos, que habían sido cargadas – según el conocimiento de embarque – en una localidad salteña cerca de la frontera con Bolivia, había alrededor de catorce paquetes azules que contenían ladrillos de cocaína. El envío debía ir a Tapiales, un pueblo de La Matanza.