Agustín Nahuel Gallo tenía toda la documentación necesaria para ingresar al país.
Agustín Nahuel Gallo, un cabo primero de la Gendarmería Nacional argentina, permanece detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre. Había viajado al país caribeño para visitar a su esposa, María Alexander Gómez García, y a su hijo, según documenta una “carta de invitación” presentada para su ingreso.
La carta, firmada por Gómez, explica que el viaje tenía fines recreativos, con una estadía planificada de 30 días. Gallo ingresaría por el Puente Internacional Simón Bolívar y saldría por el mismo lugar. Su esposa se comprometió a asumir los costos de la estadía y garantizar el cumplimiento de las leyes venezolanas durante su visita.
Al cruzar la frontera desde Colombia, las autoridades venezolanas lo detuvieron bajo la acusación de participar en supuestos “planes terroristas”. Hasta el momento, el régimen de Nicolás Maduro no ha presentado pruebas concluyentes para sustentar dichas acusaciones.
Griselda Heredia, madre de Gallo, y el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, enviaron una carta al Papa Francisco solicitando su intervención. El texto destaca que el arresto fue “arbitrario” y ha generado una profunda preocupación en la provincia de Catamarca. “Pedimos su intercesión para encontrar una solución que traiga paz a la familia”, reza la misiva.
“Estamos viviendo una pesadilla”, expresó la pareja de Gallo
Alejandra Gómez, esposa de Gallo, aseguró no tener contacto con él desde su detención. En declaraciones a Radio Rivadavia, expresó su angustia: “Nahuel venía como un ciudadano más, el papá de mi hijo. Todo estaba en regla. No hay razón para esto”.
Gómez desmintió rumores sobre los motivos del viaje y pidió respeto. “Se dicen cosas que no son. Nahuel vino como un ciudadano común, sin intenciones ocultas. Esta situación nos ha afectado profundamente”.
El gobernador Jalil, quien firmó la carta al Papa junto a Heredia, subrayó que el caso ha conmocionado a la sociedad catamarqueña. La familia y las autoridades locales continúan presionando por la liberación de Gallo mientras el régimen de Maduro guarda silencio sobre las pruebas de las acusaciones.
Un caso con implicancias diplomáticas
El caso de Gallo podría tensar aún más las relaciones entre Venezuela y Argentina. Desde el entorno familiar del gendarme, reiteran que su viaje fue puramente personal y descartan cualquier vinculación con actividades ilícitas. Por su parte, las autoridades argentinas aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre la detención.
La incertidumbre sobre el destino de Gallo crece, mientras su familia y allegados esperan que la intervención del Papa Francisco logre destrabar la situación.