FUERTE CRECIMIENTO DE LA INDUSTRIA TEXTIL POR LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES

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De acuerdo con un informe de la Fundación Pro Tejer, la producción textil creció 42,5% interanual en el primer semestre. En tanto, la fabricación de indumentaria “pegó un salto” del 60,7%.

En un marco de recuperación de la industria en general, prácticamente en todos sus sectores, la cadena textil creció su producción un 42,5% interanual en el primer semestre del año, empujada por sustitución de importaciones, mayor demanda e inversiones.

El segmento de hilados de algodón fue el de mayor crecimiento, equivalente a 105%. Por su parte, la indumentaria incrementó su producción 60,7% durante el primer semestre. “La fortaleza de la cadena textil ha permitido contribuir a hacer frente a las necesidades que impuso la pandemia en un contexto de escasez mundial de recursos. La importancia de contar con una industria nacional ha quedado de manifiesto y su aporte en términos de soberanía creemos que es destacable”, expresó la Fundación Pro Tejer, en un documento al que accedió BAE Negocios.

“La cadena agro-textil indumentaria, cuero y calzado continúa recuperándose. En los primeros seis meses del año, la producción mostró aumentos mayores al 53% interanual creciendo más de 30 puntos porcentuales por encima del promedio de la industria en su conjunto”, agrega el documento.

Inversiones

Las inversiones en el sector textil se encuentran ampliando capacidad instalada alineadas con las expectativas de recuperación y el desempeño mensual: nuevas plantas productivas, ampliación de las ya existentes, nuevos productos y nuevos desarrollos, especifica Pro Tejer.

En tanto, las ventas de indumentaria, que venían golpeadas tras un año difícil, comenzaron a mostrar signos auspiciosos. Este segmento vinculado al producto final resulta importante para traccionar a toda la cadena de valor. Se estima que, si se logra mantener esta recuperación en el consumo de prendas de vestir, se podrán recuperar y crear más puestos de trabajo en este segmento de la cadena de valor.

“La ampliación del programa Ahora 12 incorporando indumentaria y calzado a los planes de 12 cuotas resulta muy importante para potenciar el consumo interno. Mayores ventas de prendas con fabricación nacional implican mayor producción de telas, de avíos, de hilados y de materias primas impulsado la dinámica de un círculo virtuoso en permanente creación de empleo genuino”, amplía.

Otra de las apuestas del sector es mejorar el perfil exportador, y en este sentido, existe un contacto estrecho con la Cancillería, encabezada por Felipe Solá; y con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme. Por ejemplo, en lo referente a material textil relacionado con el combate a la pandemia, se están buscando mercados por todo el mundo y ha habido demanda importante en Latinoamérica, por ejemplo, de barbijos, camisolines, y otros productos conexos.

Buenas perspectivas

En los análisis previos, los empresarios textiles prevén una fuerte recuperación para este año en relación con el 2020 e incluso con el 2019, al cual ya se lo superó en niveles de actividad. Este impulso también se ve en los datos de uso de la capacidad instalada. En el primer semestre, promedió por arriba del 50% incrementándose en puntos porcentuales sobre el mismo período de 2019 (y nada menos 19 puntos por encima del 2020).

Estas nuevas inversiones se tradujeron en creación de puestos de trabajo. En efecto, entre febrero 2021 y febrero 2020 se crearon alrededor de 1300 nuevos empleos textiles a nivel federal. La caída de ventas en 2020 fue acompañada de una pérdida de empleos en el segmento de la confección. No obstante, las ventas han evolucionado favorablemente en los últimos meses. En el primer semestre, se calcula que el volumen de ventas de indumentaria en supermercados ha aumentado un 7,5% interanual mientras que, en los shoppings, el incremento alcanzó un 3,5% en términos reales (cabe destacar que los centros de compras estuvieron cerrados en AMBA durante la segunda quincena de abril).

Se estima que, si se logra mantener esta recuperación en el consumo de prendas de vestir, se podrán recuperar y crear más puestos de trabajo en este segmento de la cadena de valor.