El abogado, amante también de la música, asumió en diciembre una banca en el Concejo. Militante de las ideas socialistas se autodefine como una persona transparente y accesible.
Francisco Bracalenti es abogado recibido de la UNR, en 2010 comenzó a militar para cambiar las cosas que no le gustaban en la facultad; aunque su intención fue siempre volver a Villa Constitución y poder aportar para que nuestra ciudad también mejore. “Es mi casa y quiero verla bien”, sostuvo. Desde diciembre es concejal luego de ser elegido por el voto popular y tiene por delante poco menos de cuatro años más de gestión legislativa.
Una anécdota con Miguel Lifschitz cuando era intendente de Rosario hizo que comenzara a simpatizar con el Partido Socialista y así inició todo este camino. Hoy conocemos a Francisco Bracalenti.
¿Dónde naciste?
Nací en San Nicolás, pero sólo por cuestiones de parto de mi mamá. Siempre viví en Villa Constitución.
¿Tus estudios dónde los cursaste?
La escuela primaria en la Dante Alighieri, con un breve paso por la Escuela de las Américas que después cerró. La secundaria quise hacerla en la escuela Normal, pero no había cupos y terminé volviendo a la Dante.
¿Algún recuerdo que tengas grabado de la infancia y la adolescencia?
Todos lindos. Siempre hay gente que tiene la añoranza de lo que pasó. Yo la verdad que disfruté mucho de cada etapa de mi vida. Primaria, secundaria, facultad. Y siempre con el ánimo de lo que vino después fue mejor o lo disfruté más. Añoro sin dudas todo lo que fui viviendo, pero creo que no hay que quedarse estancado en las cosas lindas que pasaron, sino pensar que siempre lo que viene puede ser lindo. Siempre generar nuevos horizontes y desafíos.
Ya terminada la secundaria te decidiste por abogacía, ¿por qué?
Tuve mis dudas. Mi idea inicial era estudiar música, soy pianista y guitarrista. Me terminé inclinando por abogacía. Hice 3 años, dejé 4 meses y después retomé, y a la par comencé música. Las dos carreras en la UNR. Hice eso 2 años. Luego decidí seguir sólo con derecho y de eso me recibí.
Así que uno de tus grandes hobbies es la música…
Entendí en la universidad cuando empecé a estudiar música formalmente que era justamente eso. Era un cable a tierra que disfrutaba mucho, pero que la educación universitaria en términos de lo que es música es muy exigente y conservadora. Así vi que lo que antes disfrutaba se estaba volviendo tedioso. Hoy sigo tocando la guitarra, el piano, canto; pero ya en mi fuero íntimo.
También incursionaste en política, ¿tenés algún referente que haya hecho que te vuelques a este ámbito?
Vengo de una familia que no está caracterizada por la militancia política. De hecho cuando empecé a militar, más bien había reparos. Empecé en el año 2010 en el marco de Agrupación DNI que forma parte del Movimiento Nacional Reformista, que es la pata socialista de la universidad. Pero si tengo que rastrar un momento, me acuerdo del 2006, que estaba estudiando para unos finales y hubo una lluvia muy fuerte en Rosario que destruyó gran parte de la ciudad. Hasta ese momento había visto el devenir político de la ciudad en los medios, y me cruzo a Lifschitz caminando por calle Oroño como uno más y me llamó la atención positivamente. Esa fue la génesis de la simpatía con el Partido Socialista. Entonces, si tengo que mencionar un referente, tengo que decir Miguel Lifschitz.
Pasando al ámbito laboral, ¿cuál fue tu primer trabajo?
En el Poder Judicial, me incorporo a la Unidad Fiscal del MPA de Villa en el año 2014, cuando apenas comenzaba el nuevo proceso penal. Esa fue mi primera experiencia. Unos años después me fui a Rosario a trabajar en un Juzgado de Menores. Termino renunciando a mi lugar como empleado para incorporarme al gobierno del entonces gobernador Lifschitz como subdirector provincial de Justicia Penal Juvenil.
Y a partir de ahí seguiste ligado a la política…
Trabajé hasta el 2019 cuando termina el mandato del gobernador, y ahí vengo a trabajar con Gonzalo Cristini, Diego Martín y Mariel Lapontge en el Concejo Municipal. Estuve 4 años como secretario de ese bloque y en diciembre del año pasado ya me incorporé por la elección de la gente.
¿Sueños u objetivos en el ámbito laboral?
Siempre pensé en poder cambiar todas las cosas que no me gustaban de Villa. Creo que desde entonces (año 2010) a la actualidad, muchas cosas que no me gustaban siguen ahí, y otras se han agravado. Ahora ya con este rol, el sueño es cambiar Villa Constitución estructuralmente hacia una ciudad que a todos nos guste vivirla.
Para cerrar, ¿cómo definirías a Francisco Bracalenti?
Como una persona transparente, soy lo que ven. Soy accesible, cualquier persona que se acerque encontrará en mi una persona que lo va a escuchar. Una persona que tiene ganas de hacer.