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martes, noviembre 26, 2024
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FELIPE SOLÁ ENVIÓ SU RENUNCIA AL CARGO DE CANCILLER DESDE MÉXICO

El ahora ex ministro de Relaciones Exteriores estaba viajando a la capital mexicana para asistir a la cumbre de la CELAC en representación de nuestro país cuando recibió la noticia de su desplazamiento. Qué dice la carta que le envió al Presidente

“Tengo el deber de dirigirme a Usted a fin de elevarle mi renuncia al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto con el que me honrara oportunamente”, dice la nota enviada por Felipe Solá al presidente Alberto Fernández, fechada este 18 de septiembre en la Ciudad de México.

“Al hacerlo, agradezco su confianza en este tiempo y hago votos por su ventura personal y la recuperación plena de nuestra querida Argentina”, sigue diciendo la nota que no refleja el malestar experimentado por el funcionario al enterarse en mitad de su vuelo hacia México en misión diplomatica de que había sido desplazado del cargo y que su lugar en la Cancillería lo ocuparía el actual Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

“Sin otro particular, lo saludo con mi mayor consideración y respeto”, cierra la breve misiva de Solá.

Felipe Solá se había embarcado el jueves por la noche con una mínima comitiva para participar de la Cumbre de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que en Ciudad de México tenía previsto designar a Alberto Fernández como su Presidente Pro Tempore. El Canciller, además, venía trabajando desde hacía varias semanas para asegurarse los votos suficientes para que el Presidente argentino asumiera la titularidad del cuerpo.

Solá abandonó Buenos Aires dando por hecho que seguiría al frente de la cartera de Relaciones Exteriores, a pesar de sus diferencias personales y políticas con Alberto Fernández. Pero, en momentos en que el avión sobrevolaba El Salvador, recibió una llamada urgente de Santiago Cafiero que le comunicaba que en minutos se iba a anunciar su salida del cargo. Y, además, que él mismo sería su reemplazante.

Felipe Solá bajó del avión en Ciudad de México ya como canciller saliente. Allí lo esperaba su hasta hace poco para mexicano, Eduardo Ebrard, para recibirlo con los honores correpsondientes al ministro de Exteriores de Argentina, que además viajaba en representación del presidente Alberto Fernández. Una situación francamente bochornosa del punto de vista diplomático.