Aparecieron unos 500 ataúdes y bolsas mortuorias en un lugar ajeno al depósito del camposanto, durante una auditoría.
Familiares de Jorge Julio López,- quien sobrevivió a la dictadura militar, fue clave para la condena al difunto represor Miguel Etchecolatz y está desaparecido desde 2006, cuando se estaba por conocer el veredicto en ese juicio- pidieron un nuevo cotejo de ADN con los restos hallados en un depósito irregular del cementerio de La Plata días atrás.
Se trata de medio millar de féretros y unas 200 bolsas mortuorias detectadas por una auditoría ordenada por el actual intendente de La Plata, Julio Alak, a poco de asumir en el cargo.
La irregularidad en el cementerio no parece coincidir, por el estado de los ataúdes y la apariencia de las bolsas, con los tiempos en los que desapareció Jorge Julio López por segunda vez, en 2006.
Sin embargo, sus hijos Rubén y Gustavo pidieron a la Justicia que disponga medidas de prueba para constatar si entre esos restos mortuorios están los de su padre.
A través de su abogado, los hijos de López pidieron que se preserven esos restos hasta tanto se obtenga material genético de cada uno de ellos para un posterior cotejo con las muestras preservadas.
López desapareció el 18 de setiembre de 2006, cuando debía dirigirse al tribunal en el que transcurría el tramo final del juicio contra Etchecolatz, quien fue finalmente condenado a prisión perpetua.
Los féretros y las bolsas mortuorias fueron hallados en un descuidado escenario, lejos de la preservación y condiciones de higiene adecuadas, en un sector del cementerio platense que no está destinado al depósito de cadáveres.
Tal irregularidad está bajo investigación de una fiscalía (UFI) de La Plata.