La familia de O.J. Simpson anunció en las redes sociales que el exjugador de la NFL falleció a los 76 años el pasado 10 de abril tras perder su batalla contra el cáncer
Simpson, conocido por su éxito en el fútbol americano y su participación en el mundo del espectáculo, alcanzó la fama antes de que su vida se viera empañada por el brutal asesinato de su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y el amigo de ésta, Ronald Goldman, en 1994 en Los Ángeles.
La cobertura televisiva en directo de su detención tras una famosa persecución a baja velocidad marcó un punto de inflexión en su vida, transformando al héroe deportivo en un personaje envuelto en polémica.
A lo largo de su carrera, Simpson había superado barreras raciales, destacando como estrella del equipo de fútbol americano universitario de la Universidad del Sur de California en los sesenta, así como en roles publicitarios y como esposo de una mujer rubia y de ojos azules en los ochenta.
“No soy negro, soy O.J.”, solía decir a sus amigos, reflejando su identidad más allá de su origen racial.