Los cuadros relacionados a la enfermedad se diagnostican a edades cada vez más tempranas. Hay jóvenes de 20 años con la patología. Por eso, los expertos advierten sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz. En el país se diagnosticaron más de 126 mil casos en 2020.
De acuerdo a los datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), durante 2020 se diagnosticaron en Argentina 126.818 casos de cáncer de piel no melanoma, es decir la forma menos menos agresiva de las dos en que puede presentarse esta afección. Si bien, los especialistas detallan que esta patología sigue afectando en su mayoría a la población de entre 60 y 70 años, un dato preocupa: cada vez se presenta entre personas más jóvenes e incluso hay pacientes de 20 años la patología.
De allí que, en meses vacacionales, en los que el sol se hace sentir en la piel con tan solo exponerse unos minutos y cuando las escuelas de verano reciben a miles de pequeños a diario, una vez más las recomendaciones por parte de las áreas de dermatología se hacen escuchar. “El cáncer de piel viene aumentando en todo el mundo de manera significativa; es el tipo de cáncer que más viene aumentando y lo vemos en los consultorios con personas que llegan cada vez a edades más tempranas”, explica Sonia Rodríguez Saa, dermatóloga de amplia trayectoria y jefa del Servicio de Dermatología del Hospital El Carmen.
En base a su experiencia, ella alerta que si bien los tratamientos en estos casos se tratan con buenos resultados en la gran mayoría de los casos, “el daño solar en la piel es acumulativo y no desaparece”.
La exposición a los rayos ultravioletas provenientes del sol es el factor de mayor incidencia junto a la predisposición genética de cada persona y la utilización de camas solares, recurso que por estos días no es recomendable ni seguro desde el punto de vista médico, advierte la profesional.
Lo cierto es que hoy, las condiciones ambientales del planeta dejan al descubierto el riesgo que puede producir estar muchas horas al aire libre sin la protección adecuada. Por regla general, es fundamental evitar exponerse al sol entre las 10 de la mañana a las 16 horas, más allá de las características de cada piel.
Rodríguez Saa destaca que el otro tipo de cáncer de piel más agresivo es el melanoma. Se trata de un tipo de cáncer que produce metástasis (cáncer en otras partes del cuerpo). “Si bien el cáncer de piel es más frecuente desde los 50 años desde hace un tiempo a esta parte de ha visto en pacientes de 25 a 35 años”, dice la experta al mencionar el aumento de la frecuencia de la enfermedad entre mujeres jóvenes. “Incluso con el uso de una sesión de cama solar aumenta el riesgo”, recalca y detalla que hay muchas otras opciones para quienes desean lucir un color bronceado, como por ejemplo, las cremas autobronceantes.
Para graficar la preocupante incidencia del cáncer de piel a edades cada vez más tempranas, Rodríguez Saa detalla que por ejemplo, de un total de al menos 15 casos que los profesionales del Hospital del Carmen atienden con lesiones en la piel con sospecha de cáncer, dos de ellas corresponden a pacientes menores de 40 años.
Otro hecho que preocupa a los especialistas tiene que ver con la reaparición de los cuadros en la misma persona una vez que el cáncer ha sido tratado. En este sentido, la profesional explica que “en la mayoría de los tipos de cáncer de piel se generan alteraciones en la calidad de vida de las personas”. Pueden aparecer cicatrices visibles y el algunas ocasiones las cirugías son de alta complejidad si el cáncer se ha presentado en áreas del rostro donde se comprometen los ojos, las mejillas o la nariz. De allí la importancia de la prevención y la detección precoz.
Prevenir, la medicina más eficaz
En días en que el sol parece quemar en cuestión de segundos, las medidas de protección constituyen una necesidad que no puede ser pasada por alto a ninguna edad.
En realidad, el uso del protector solar factor 50 (el más recomendable para todas las edades) al momento de estar al aire libre debe ser una medida a respetar a “rajatabla”, junto al uso de gorros. “Al protector solar hay que usarlo cada tres horas y en el caso de los chicos que están mucho tiempo en el agua es fundamental ponerles de manera adecuada el protector porque aunque en el envase dice que es resistente al agua, por lo general se sale con el mismo arrastre y con la tolla”, recomienda la jefa del Servicio de Dermatología del Hospital El Carmen, Sonia Rodríguez Saa.
El protector solar no es un producto cosmético
Si la idea es salir a caminar por ejemplo, el foco debe estar puesto en los hombros, el rostro y la nuca. Siempre, el envase del protector solar debe decir que el producto cuenta con protección UVA y UVB. En el caso de los bebés, no es recomendable exponerlos a la radiación del sol antes de los seis meses. Y a partir de esa edad, el cuidado debe ser extremo incluso cuando los niños y niñas están jugando o realizando actividades a la sombra. De hecho, la especialista se mostró de acuerdo con el actual proyecto para que los protectores solares sean considerados un medicamento y no un accesorio relacionado a la belleza. Hoy, el precio de un protector solar ronda entre los $1.300 y los $1.630 en las farmacias.
“Debería ser un producto que cuente con cobertura de las obras sociales, porque en la medida en que se tome al cáncer de piel y su incidencia como un tema de salud pública, entonces disminuirán otros efectos adversos a largo plazo que hoy tienen un impacto significativo en el sistema de salud”, recalca en este sentido Rodríguez Saa.
Incluso la profesional advierte que es preciso, por ejemplo, en algunos tipos de trabajo que requieren un mayor nivel de exposición al sol, el protector solar sea un elemento garantizado por los empleadores, al igual que el uso de la ropa acorde para evitar la exposición nociva a los rayos ultravioletas.
De hecho, en las escuelas -dice Rodríguez Saa- sería óptimo que se modifiquen los horarios de educación física y que los gorros estén entre los infaltables del uniforme. “Es de gran importancia inculcar entre los más chicos el auto cuidado”, dice la especialista.