32.4 C
San Nicolás de los Arroyos
domingo, diciembre 15, 2024
Edición Diaria
Edición N°

ÉXODO DE JÓVENES: HISTORIAS DE NICOLEÑOS QUE DECIDIERON IRSE DEL PAÍS

EL NORTE recogió cuatro relatos, dos desde el exterior y los restantes de los que se están por marchar. El dolor de irse para buscar crecer.

Germán Rodríguez
[email protected]

Desde el 2021 el éxodo de jóvenes argentinos ha sido enorme acercándose a números similares al 2001, según estimaron fuentes de la BBC que realizaron un informe en nuestro territorio. Los destinos más elegidos por aquellos que se quieren ir son Italia, España o países limítrofes como Uruguay, Brasil y Chile.

EL NORTE recogió testimonios de dos chicas que se fueron a principios de este año, una a Italia y la otra a San Marino. Además, tuvimos la voz de otros jóvenes que también están por marcharse tanto a España como a Chile y dejaron sus historias de por qué tomaron esa decisión.

Azul

“Llegué hace cuatro meses a San Marino, un país muy chiquito dentro de Italia. En Argentina dejé mi familia, mis amigos, mi pareja y llegué con una mochila y muchas expectativas, pero este lugar las superó a todas por suerte. Me encontré en un país donde las problemáticas sociales que me preocupaban mucho allá, acá están solucionadas, no existen”, contó a EL NORTE Azul Agüero, que a principios del 2022 tomó la difícil decisión de irse a vivir a la República de San Marino.

“En Argentina es terrible la inseguridad, acá puedo salir a caminar a cualquier hora, sola, sin miedo, porque no pasa nada. Como también estamos en verano dejo las ventanas del auto abiertas y sé que no me va a faltar nada. No hay animales abandonados en la calle ni maltrato a los mismos. Tengo en mi departamento 7 tachos de basura distintos para la separación de residuos. Son aspectos importantes para mí y ni hablar de una estabilidad económica. Llegué y me pude comprar un auto porque vivo en montaña y lo necesitaba para trabajar, pude alquilar un departamento, cosas impensables en Argentina a corto y a largo plazo”, expresó sobre las diferencias a la hora de planificar el futuro.

“Como hay cosas positivas también hay muchas negativas que son dejar el país, la cultura es distinta. Cuando llegué me di cuenta de que acá uno puede ser quien quiere ser y no quien puede ser. Estoy al tanto de lo que pasa en la Argentina y me entristece. Tengo en estos momentos dos trabajos porque quiero. Acá es legal trabajar hasta 48 horas por semana y trabajo 35 de lunes a viernes. Siete horas por día es mi trabajo tiempo completo y después dos días a la semana como un trabajo ocasional, solo porque quiero, no porque lo necesite, y ganó muy bien para pagar el departamento. Me voy todos los fines de semana de viaje, se gana muy bien, se puede vivir tranquilo, me compro mis cosas, es como todos deberíamos vivir en realidad, satisfacer las necesidades básicas y un poco más”.

Sí hubo también aspectos sociales que la afectaron mucho. “La parte negativa es el choque cultural que me atravesó bastante. Primero el idioma, que a veces parece que te abre puertas y en otras es un muro gigante. Es moneda corriente acá la discriminación racial a los inmigrantes, algo que nunca me había tocado vivir y fue muy fuerte. En un trabajo una mujer preguntó por qué una persona de color estaba trabajando con ella, son cuestiones fuertes y comunes en esta zona. El machismo es sorprendente, es muy fuerte en Italia en general. Ese tema me sorprendió, en ese sentido estamos más adelantados en Argentina”. Asimismo, Azul no quiso dejar de mandar saludos a sus afectos de San Nicolás. “Un saludo a mi familia, a mis amigos y a Silvestre”, expresó.

Azul Agüero, oriunda de San Nicolás, actualmente en San Marino.

Mili

“La experiencia es difícil pero positiva, se extrañan los afectos, la familia, los amigos. Fue antes del 2017 que empezamos con el trámite de la ciudadanía por vía judicial que incluye abogados, gestores, todo un poco largo y complicado. Yo en Argentina tenía tres trabajos. A la mañana de niñera, dos veces por semana limpiaba en una casa y a la tarde noche trabajaba en un boliche, con eso que ganaba no me alcanzaba, apenas podía ayudar en la casa, pero nunca pude armar un proyecto de alquilar o comprarme algo, veía lejano tener mi propia casa. Estaba cansada de la inseguridad que había, de la violencia. Por eso tomé la decisión de venirme, tuve la oportunidad, no fue de un día para el otro, costó un montón”, comenzó a relatar Milagros Domínguez, quien a fines del año pasado tomó sus ahorros y decidió probar fortuna en Italia.

“Cuando venís no es fácil, es empezar de cero, dejar de lado tu vida, familia, amigos. En mi caso otro idioma. Cuando llegué me quedé en hoteles porque no conseguía alquiler, sin contrato de trabajo es complicado y no confían mucho en los argentinos. Entonces no te quieren alquilar para no comprometerse. Hasta que conseguí un lugar donde intercambiás techo y comida por trabajo. Trabajaba y a cambio me daban una casa con comida. Ahí empecé a mejorar el idioma, conocí más gente hasta que conseguí trabajo en un bar como camarera, unas 7 horas por día. Acá es verano y se trabaja todos los días. Pero es en blanco, que acá es normal, pero en realidad es mi primer contrato de trabajo en blanco. Empecé a alquilar por eso una casa grande. Vivo en medio del campo y con lo que gano me alcanza para alquilar, comer sin problemas, viajar. Con unos pocos euros tomás un tren y te vas a la otra punta, me puedo comprar ropa de marca, salir a comer. Acá es normal, pero eso en Argentina costaba muchísimo”, relató.

Milagros Domínguez, nicoleña radicada en Italia.

También, al igual que a Azul, la chocaron las diferencias culturales: “Acá es otro estilo de vida. No tienen la misma calidez de los argentinos. La gente es distinta, te cuesta adaptarte al principio, por ahí te hablan y no entendés, te sentís dejada de lado. Yo sé que lo que hago ahora vale la pena. Podés proyectar con tener tu casa el día de mañana. Yo ahora encontré un autito usado que la verdad allá es imposible. La experiencia de cada uno es diferente. En mi caso tuve suerte, conocí gente buena que me ayudó. Podés proyectar a futuro. No hay inseguridad, si te comprás una bici, no salís con el miedo de que te la puedan llegar a robar o matar por un celular. Es un estilo de vida que no se compara para nada. En Argentina me vine con todos mis ahorros y ahí ves que el peso no vale nada, porque cuando lo cambié a euros era nada. Lo negativo es que hasta que no te conocen te miran con desconfianza por ser extranjero. También sorprende que son muy machistas, más en Italia. Yo estoy en una localidad llamada Livorno”.

Matías

“La decisión que tomé fue difícil y compleja, no es fácil, conlleva mucho papel y dinero. Lo hice porque me cansé del país, de la situación que nos toca atravesar. Vivo trabajando como 14 horas diarias, feriados y fiestas para ganar menos de $50.000 y hay gente que no trabaja y genera plata del Estado y casi gana más que el que trabaja. Nosotros tenemos que mantener a los políticos y a los que no trabajan. Llegué a un punto que exploté. Tenés la inflación, no se puede ahorrar, no se puede viajar y son restricciones que te llevan a tomar decisiones. Conozco muchos que se fueron también”, comenzó a relatar Matías, un joven que en estos días ya emprendería un viaje para buscar un futuro en Chile.

“En cuanto a las oportunidades que aparecen de otro lado, no las veo acá. Estuve hablando con mucha gente que está en el extranjero y formalizando amistades. No puede ser que en otro país un mozo gane lo que en este país gana un médico. Si uno va en regla con sus papeles, hay muchas oportunidades, pero la situación que nos toca vivir es terrible. Veo muchas oportunidades en Brasil, Chile, Uruguay, ni hablar de Europa, España, Francia, hasta en Andorra he visto que se puede ir. A los argentinos nos toca lo mismo que en Venezuela, que antes se venían acá y ahora nosotros nos tenemos que ir. Que uno no pueda ahorrar es terrible, y son una suma de cosas, de decadencias que duelen y que me hicieron decidir por irme. Me cansé. Para conseguir un trabajo formal tenés que ser ‘hijo de’ o ‘conocido de’ y en un país serio eso no pasa. Yo por el momento me voy a Chile, pero después veré”, expresó.

Agustina

“Me estoy por ir a España, por lo pronto por tres meses en busca de trabajo y hacer papeles para tramitar una futura ciudadanía”, comenzó a contar su historia Agustina, otra joven que en pocos meses estaría partiendo a la madre patria.

“La verdad es que es una mezcla de sentimientos. Acá me siento desesperanzada e irme me da miedo, pero es en procura de avanzar y no quedar estancada de algo que viene de años en este país. No tengo trabajo y tengo a mi hermano hace tres años en Europa. Acá en Argentina en este momento estoy desempleada y mi idea es llegar, conocer, vacacionar una semana y empezar a buscar. Va a ser difícil porque no tengo ciudadanía ni papeles, y vamos a ver qué sale, pero tengo mucha esperanza. Disfruto de lo nuestro que es magnífico, mi hermano me dice que lo que más extraña es nuestra sociabilidad, pero hay que pensar en lo económico, y duele dejar. Tengo que buscar el cambio, así que a mis 28 años es mi experiencia de salir a buscar un futuro o poder realizar proyectos que acá tengo estancados”, contó en una mezcla de angustia y esperanza.