Por recomendación del doctor Batista, el Changuito se quedará en la Argentina para trabajar en la rehabilitación de su lesión y no estará presente en la final de la Copa Libertadores 2023.
El plantel de Boca emprendió viaje este miércoles por la tarde rumbo a la ciudad de Río de Janeiro para zambullirse en el clima de final de la Copa Libertadores. A pesar de ir con una extensa delegación de jugadores, que incluía a algunos lesionados y sancionados -como Marcos Rojo-, sufrió una baja de último momento que recién fue confirmada cuando los futbolistas entraron al FBO, la zona exclusiva para vuelos privados internacionales del Aeropuerto de Ezeiza. Se trata de Exequiel Zeballos, que se quedó en la Argentina por recomendación de Jorge Pablo Batista.
El médico del plantel de Primera aconsejó al cuerpo técnico que el Changuito no viajara para continuar con su rehabilitación de la manera más óptima. Si bien es cierto que formaba parte de la lista de convocados que anunció el Xeneize unas horas atrás, la realidad es que no iba a tener ningún tipo de chance de jugar. El santiagueño sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en octubre, durante la derrota 4-3 contra Belgrano por la octava fecha de la Copa de la Liga, y no estaba a disposición de Jorge Almirón para este sábado.
El llanto del delantero al momento de pedir el cambio ya dio un indicio de lo que se vendría. Aunque el calendario marcaba que faltaba más de un mes para el partido ante Fluminense, todas las miradas estaban puestas en evitar las lesiones graves que pudieran poner en riesgo la presencia de alguno de los jugadores. Sin embargo, la desgracia le jugó una mala pasada al habilidoso extremo y alentará a sus compañeros desde Buenos Aires mientras se pone a punto físicamente.
El que sí viajó con la delegación pero no podrá jugar ni un minuto fue Marcos Rojo. El capitán xeneize fue expulsado en la vuelta de la semifinal frente a Palmeiras por doble amarilla y está suspendido de cara al encuentro contra el elenco de Fernando Diniz. No obstante, su presencia está relacionada con lo emocional y lo actitudinal. No es lo mismo tener el apoyo del platense, una pieza importantísima del grupo, en Río de Janeiro en esas horas previas a salir al Maracaná que no tenerlo. Si bien no está confirmado, lo más probable es que mire el partido desde las tribunas del mítico estadio carioca.