Hace pocos días un nuevo debate surgió a raíz de un supuesto video que dejaba ver cómo ciertos productos alimenticios poseían tapados de forma completa los octógonos que advierten sobre exceso de grasas, azúcares, sodio y/o calorías con una etiqueta autoadhesiva. Paralelamente, las empresas de alimentos estarían reformulando la composición nutricional de algunos de sus productos, sobre todo aquellos que los clientes perciben como “saludables”.
De la redacción de EL NORTE
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Recientemente un video difundido en redes sociales deja al descubierto cómo el packaging de ciertos quesos y untables en las góndolas de los supermercados poseen completamente tapados los octógonos negros pertenecientes a la ley de etiquetado nutricional frontal con otras etiquetas autoadhesivas. De esta manera, se estarían ocultando los sellos de advertencia sobre exceso de grasas, azúcares, sodio y calorías. Como así también las leyendas precautorias sobre edulcorantes y cafeína.
Más allá de la veracidad del video en cuestión o no –ya que sería una práctica ilegal por parte de las empresas–. Este tema ha sido punto de debates y controversias desde su puesta en vigor en nuestro país.
La Ley Nacional 27.642 de “Promoción de la alimentación saludable” fue sancionada el 26 de octubre de 2021. El 23 de marzo del año pasado se publicó el decreto reglamentario 151/2022. Sin embargo, recién un año después comienzan a localizarse en San Nicolás comestibles con este packaging más frecuentemente.
De hecho, en una encuesta realizada por este medio se les consultó a los usuarios de Instagram si el establecimiento de la normativa había alterado sus hábitos alimentarios, reveló un amplio porcentaje de personas que no lo habían hecho. Es decir, la presencia de los octógonos negros sobre los envoltorios no haría optar al consumidor por otro alimento “más saludable”.
Reformulando la composición nutricional con el etiquetado frontal
A pesar de este primer relevamiento de las prácticas de consumo en nuestra ciudad, a nivel nacional las empresas estarían reformulando la composición nutricional de algunos de sus productos. Es desde la implementación de la norma, sobre todo aquellos que los clientes perciben como “saludables”.
Andrea Graciano, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la provincia de Buenos Aires, sostuvo en diálogo con Télam que “la industria láctea empezó a reformular productos”. Comenzaron a “aparecer yogures u otros lácteos sin sellos”.
En este sentido, la nutricionista consideró: “El etiquetado frontal es más efectivo en los productos falsamente percibidos como saludables, como un yogur. De repente con la ley encontramos que tienen uno, dos o tres sellos”. Y subrayó que “las ventas de estos productos en otros países cayeron, lo que es muy bueno para la salud pública”.
“En México la ley de etiquetado es obligatoria desde octubre de 2020 y en noviembre de ese año las transnacionales anunciaron que iban a reformular entre el 50 y 80% de su cartera de productos”, marcó.
Graciano observó también que “en Argentina empieza a aparecer esto de a poco y la ausencia de sellos pasa a ser una estrategia de marketing”. Aunque aclaró que no está cuantificado “cuántos productos se reformularon”.
Por su parte, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Sandra Tirado, manifestó que algunas industrias “pidieron prórrogas, pero que ya cumplieron su período. También cambiaron la composición de productos y algunas están en ese proceso. Ahora el producto tiene algún octógono y es posible que dentro de un tiempo no lo tenga”.
Consultada sobre los cambios de hábitos, la funcionaria del Ministerio de Salud reveló que prevén realizar encuestas para conocer “fehacientemente” la situación y añadió que a través de las redes sociales se tiene conocimiento de que “hay personas que supieron que algunos productos en realidad no eran light y dejaron de consumirlos”.
“Productos que figuraban como light ahora tienen sellos, por lo cual no pueden tener ningún nombre que diga ‘light’ o ‘bajar de peso’. Solo pueden tener los octógonos”, concluyó.