Un informe, llevado a cabo por psicólogos en Suecia, arrojó que la somnolencia puede generar la sensación de que las personas se sientan mayores desde cuatro años hasta décadas.
Un nuevo estudio revela que una mala noche de sueño puede hacer que nos sintamos más viejos de lo que realmente somos, lo que resalta la importancia de una buena calidad de sueño para mantenernos jóvenes y enérgicos. La investigación, liderada por Leonie Balter, una investigadora del sueño en la Universidad de Estocolmo en Suecia, consistió en dos estudios que analizaron cómo los patrones de sueño impactan en la percepción de la edad de una persona.
En el primer relevamiento, se encuestó a 429 individuos de entre 18 y 70 años para analizar la calidad de su sueño. Los resultados mostraron que aquellos que reportaron no tener ninguna noche de sueño insuficiente durante los últimos 30 días se sentían más jóvenes que su edad real, con una edad subjetiva que era en promedio 5.81 años menor que su edad cronológica. Sin embargo, aquellos que experimentaron noches de sueño insuficiente se sintieron más viejos.
El segundo informe consistió en que 186 personas de entre 18 y 46 años durmieran en un laboratorio y experimentaran restricción y saturación de sueño. Durante las dos noches de restricción de sueño, se les permitió dormir solo cuatro horas cada noche. En contraste, en las dos noches de saturación de sueño, se les permitió dormir durante nueve horas cada noche.
Resultados
Los resultados mostraron que después de la restricción de sueño, los participantes se sintieron en promedio 4.44 años más viejos en comparación con después de la saturación de sueño, donde se sintieron 0.24 años más jóvenes que su edad cronológica.
Además, se advirtió que las personas que prefieren despertarse temprano tienden a sentirse más jóvenes cuando duermen la cantidad adecuada. Estos hallazgos sugieren que los tipos matutinos, en promedio, se sienten subjetivamente más jóvenes cuando duermen lo suficiente, pero experimentan un aumento mayor en la edad subjetiva cuando se ven expuestos a la restricción de sueño.
“Estos estudios, uno transversal y otro experimental, demuestran que el sueño y la somnolencia juegan un papel profundo en la formación de nuestra percepción de la edad”, concluye el artículo de investigación. En conclusión, se resalta la importancia de priorizar un sueño de calidad como parte de un estilo de vida saludable, no solo para mejorar nuestra calidad de vida y bienestar general, sino también para mantenernos jóvenes y sentirnos rejuvenecidos.
La Dra. Leonie Balter admitió que “el sueño tiene un impacto importante en la edad que uno siente y no se trata solo de sus patrones de sueño a largo plazo”. “Incluso cuando dormís menos durante dos noches, eso tiene un impacto real en cómo te sientes”, sentenció la especialista.