La causa por hechos de abuso y secuestro denunciados en San Pedro tiene a cinco personas detenidas, todas vinculadas directamente a lo que sucedió en el interior de la casa de la calle Rivadavia al 1600 de aquella localidad.
Maximiliano Ramos, a quien se considera el líder de la banda, permanece alojado en la Comisaría Primera de San Nicolás junto a Ramiro Mansilla. Y el policía en disponibilidad, Carlos Devito, se halla en el calabozo de la Prefectura Naval sede San Pedro. En tanto que Lucas Ramos e Isaías Luppi están en la sede de Prefectura Naval en Zárate.
El hecho por el que fueron apresados fue denunciado hace poco más de una semana y tiene a cinco personas detenidas, a la víctima herida e internada en el hospital y una variedad de datos sorprendentes aportados que permitirían profundizar la investigación a niveles insospechados en un comienzo.
A medida que pasan los días se van conociendo los detalles del caso que muestran una problemática relacionada con la venta de drogas, el consumo, la inacción y los ajustes de cuentas que se cobran a cualquier precio.
La principal víctima del hecho, que fue privado de su libertad, torturado y abusado sexualmente, fue utilizada como una suerte de “mensaje mafioso” para un abogado de San Pedro. El relato del hombre abusado fue tan contundente que le permitió a la Justicia actuar de inmediato y tomar medidas urgentes.
El destinatario del recado era el Dr. Pablo Visca, quien habría manifestado que el joven privado de su libertad arribó a su casa una vez liberado y le dio detalles de lo sucedido en esos días. “Cuando llegó estaba llorando, muy angustiado”, señaló y agregó que lo hizo pasar y que este le dijo que cerrara la ventana porque lo iban a matar. Manifestó que el joven le contó que le sacaron todo porque les debía 19.000 pesos de 5 gramos de cocaína, que había perdido toda la dignidad, haciendo referencia al abuso sufrido, y agregó que “iban a matar a su hermano, a su mamá y a todos, estaba paranoico”.
A la par, según consigna el Diario La Opinión de San Pedro, detrás de esta banda aparecen las vinculaciones con distintos ámbitos de la comunidad, el manejo de planes sociales, las cooperativas y hasta “el verso” de haberle hecho frente a los grupos narcos con asiento en Rosario, como para “meterles miedo” a las víctimas, hablaban como para intimidar del incendio de dos viviendas, al fallecimiento de una persona que se había suicidado, y a otra que habían baleado.