Continúan en aumento los delitos donde las víctimas, compradores o vendedores, son contactados por redes sociales y luego estafados a través de falsas transferencias o porque nunca reciben los productos por los que pagaron. Varios nicoleños denunciaron haber sido defraudados en la última semana.
De la redacción de EL NORTE
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Las plataformas sociales se han convertido, por su gran alcance, en un lugar por excelencia para ofrecer productos a la venta o para comprar desde la comodidad de casa con una gran cantidad de ofertas. Si bien es una herramienta que facilita en gran manera las transacciones comerciales también ha sido el sitio elegido por estafadores, ladrones y por aquellos que buscan comercializar objetos robados. También cientos de usuarios publican de buena fe productos nuevos y usados, y son víctimas de estafas o les ofrecen artículos a precios demasiado convenientes, que en realidad resultan ser un señuelo para que delincuentes acuerden citas solo para atacar y robar el dinero que los clientes llevan para pagar productos inexistente porque además de las posibles estafas, se han dado en nuestra ciudad casos en los que en el marco de una operación se pacta el retiro de un producto de forma presencial, el comprador es citado a un sitio al que va con el dinero y en realidad lo están esperando para robarle, o al revés, un vendedor va a un lugar con el producto que ofrece y el supuesto comprador solo está interesado en robárselo. Es decir, la operación es un gancho para el desapoderamiento.
En cuanto a la modalidad de compras o ventas engañosas, los investigadores abocados al tema aseguran que el pico de este tipo de delitos se da los fines de semana largos, a última hora aprovechando que los bancos no operan. El falso comprador envía una captura de un comprobante apócrifo y le dice al vendedor que ya pagó y que solo hay que esperar a que se acredite el dinero. Varias defraudaciones de este tipo se denunciaron la pasada semana en San Nicolás y en General Rojo
Ultimas denuncias
Algunas de las denuncias registradas en los últimos días fueron presentadas por personas que resultaron defraudadas en su buena fe al realizar transacciones comerciales a través de plataformas virtuales. Una de las denuncias fue presentada en la Comisaría Primera por una mujer de 50 años que a mediados de octubre pasado compro a través de la red social Instagram una computadora por la que hizo una transferencia de 229.800 pesos a una persona supuestamente de apellido Fernández y nunca recibió el elemento comprado.
La otra presentación policial fue realizada en la Comisaria Tercera por una joven de 29 años quien, como en el caso anterior, refirió haber realizado una compra por artículos ofertados en la red social Instagram a una firma identificada como Maquis.shoes consistente en tres pares de zapatos por una suma de 15.000 pesos. La victima realizó la transferencia, pero no recibió la mercadería comprada que nunca fue despachada desde su lugar de origen, reclamó pero no tuvo respuesta por lo que efectuó la denuncia. En ambos casos interviene la UFI Nº13.
En los últimos reportes los estafados fueron los vendedores. Un hombre que era el oferente en la transacción comercial vendió un motor por 900.000 pesos y nunca recibió el pago. La victima de 67 años
denunció que lo estafaron cuando intentó vender el motor de una lancha. Relató en sede policial que el sábado 14 de octubre pasado, entregó en calle Brasil al 100 un motor fuera de borda marca Yamaha por lo que el comprador le habría enviado un comprobante de transferencia bancaria falso. El monto que debía pagar era de 900.000 pesos, pero el dinero nunca se acreditó en su cuenta. Situación parecida vivió un joven de 21 años domiciliado en General Rojo quien padeció el accionar de un falso comprador cuando publicó para la venta en la red facebook una maquina de soldar. Un sujeto desconocido se mostró interesado en la compra y acordaron la operación comercial. La victima viajó a San Nicolás donde entregó la herramienta al supuesto adquirente quien le exhibió un comprobante por 400.000 pesos que resultó ser falso porque el dinero nunca se acreditó en su cuenta. La causa tramita en UFI Nº13.
Secretaría de cibercrimen
Los estafadores utilizan técnicas de ingeniería social para sus engaños, en algunos casos inclusive suelen llamar al vendedor para preguntarle sobre el producto o para pedirle los datos para hacer la transferencia. En la conversación se las arreglan para obtener información personal del oferente, como el número de CBU, DNI, mail, alias y usuarios y, aunque parezca imposible, contraseñas. Lo hacen paulatinamente, de tal forma que el incauto no advierte el engaño, sea porque generan confianza en la charla, distraen con preguntas, apuran o se excusan con que no pueden realizar la transferencia si no se les da determinado dato. Mientras tanto, van ingresando a las cuentas bancarias del interlocutor para vaciarlas o ingresan en sus cuentas de aplicaciones para hacer compras.
Desde la Secretaría de Cibercrimen y evidencia digital el Dr. Julio Perez Carreto en dialogo con EL NORTE explicó: “Aumentaron los delitos informáticos y también los relacionados con las nuevas tecnologías. Las modalidades más repetidas son los hackeos de Whatsapp, los llamados ´Secuestros virtuales´ y el fraude a través de la plataforma Marketplace, donde los delincuentes fingen ser compradores y cuando se presentan a retirar el producto muestran una falsa transferencia de dinero, les hacen creer que la acreditación demora y se llevan el elemento ofrecido sin pagar en algunos casos y en otros asocian dos modalidades Marketplace y Debin, esto es que le piden a la víctima ´aceptar´ la transferencia cuando en realidad lo que están haciendo es engañarlos para que acepten un debito y no un crédito, descuentan el dinero en lugar de sumarlo. Por esto el consejo es que siempre hay que corroborar que el dinero haya ingresado efectivamente y recordar que las instituciones bancarias no piden aceptar las transferencias, estas se realizan de manera automática”.
Y concluyó sumando una advertencia: “Se acercan las vacaciones estivales y es muy frecuente el engaño en alquileres y paquetes turísticos. Hay que tener mucho cuidado con las páginas de ofertas, tratar de conseguir de los oferentes un número de teléfono fijo, porque son de más fácil rastreo o hacer las transacciones con inmobiliarias o agencias conocidas. También se puede consultar a gente que viva en la zona en los casos de los alquileres o buscar de alguna manera acreditar la identidad de quien oferta”.