Al comienzo de una reunión en Pekín que duró 80 minutos, Li Quiang respondió que los dos países debían respetarse mutuamente y ser socios, no adversarios.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, planteó este domingo al primer ministro chino, Li Qiang, su preocupación por el exceso de capacidad industrial de China, y le dijo que las relaciones bilaterales son ahora más estables porque ambas partes pueden mantener discusiones “duras”.
Al comienzo de una reunión en Pekín que duró 80 minutos, Li respondió que los dos países debían respetarse mutuamente y ser socios, no adversarios, y añadió que durante el viaje de Yellen se habían realizado “progresos constructivos”.
Yellen afirmó que Washington y Pekín tienen el “deber” de gestionar responsablemente la compleja relación,
“Aunque nos queda más por hacer, creo que, durante el pasado año, hemos situado nuestra relación bilateral sobre una base más estable”, dijo Yellen.
“Esto no ha significado ignorar nuestras diferencias o evitar conversaciones difíciles. Ha significado comprender que sólo podemos progresar si nos comunicamos directa y abiertamente entre nosotros”, señaló.
Yellen ha hecho de la amenaza de que la sobreproducción china de vehículos eléctricos (VE), paneles solares y otros bienes de energía limpia perjudicará a los productores y al empleo en Estados Unidos y otros países uno de los focos de su segunda visita a China en nueve meses.
Un alto funcionario del Tesoro estadounidense dijo más tarde que el exceso de capacidad industrial de China y el apoyo del gobierno que lo ha alimentado se discutieron ampliamente durante la reunión y Li mostró cierta disposición a que los equipos económicos de ambos países exploraran más a fondo el tema.
Aunque hubo algunas diferencias de opinión, “no hubo reacciones ideológicas o incendiarias”, dijo el funcionario. “Fue una conversación mucho más auténtica de los responsables políticos”, precisó.
La agencia estatal de noticias Xinhua citó el domingo a Li diciendo que Estados Unidos debería “abstenerse de convertir las cuestiones económicas y comerciales en asuntos políticos o de seguridad” y considerar la cuestión de la capacidad de producción “desde una perspectiva global y orientada al mercado”.
El desarrollo del sector chino de las energías limpias, en el que la preocupación por el exceso de capacidad es más acuciante, contribuirá a la transición energética mundial, afirmó Li según Xinhua.
Cálida bienvenida
Tras su encuentro con Li, Yellen se reunió con el alcalde de Pekín, Yin Yong, y asistió a actos en la Universidad de Pekín, donde los estudiantes la ovacionaron.
La funcionaria estadounidense ha recibido una calurosa bienvenida en su segundo viaje a China en nueve meses, que ha incluido varios actos sociales y culturales, como un crucero por el río de las Perlas en Guangzhou y una visita privada a la Ciudad Prohibida de Pekín.
Su primera visita, en julio de 2023, fue un viaje de negocios en el que trató de normalizar las relaciones económicas bilaterales tras un periodo de gran tensión provocado por diferencias en torno a cuestiones como Taiwán, el origen del Covid-19 y disputas comerciales.
En una señal más de la estabilización de los lazos, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el mandatario chino, Xi Jinping, trataron de gestionar las tensiones en torno al Mar de China Meridional en una llamada de casi dos horas el martes, sus primeras conversaciones directas desde una cumbre celebrada en noviembre.
Funcionarios militares estadounidenses y chinos se reunieron la semana pasada en Hawái en una serie de encuentros poco frecuentes centrados en la seguridad operativa y la profesionalidad.
Crecimiento equilibrado
El sábado en Guangzhou, Yellen y su principal homólogo económico, el viceprimer ministro He Lifeng, acordaron iniciar un diálogo centrado en el “crecimiento equilibrado”. Yellen dijo que tiene intención de aprovechar el foro para abogar por la igualdad de condiciones con China a fin de proteger a los trabajadores y empresas estadounidenses.
El apoyo de Pekín a los vehículos impulsados por baterías ha ayudado a empresas nacionales como BYD y Geely a acaparar cuota en el mayor mercado automovilístico del mundo y a convertir a China en el mayor exportador mundial de automóviles, ya que la producción supera la demanda interna.
Según las previsiones de The Economist Intelligence Unit, la capacidad de fabricación de baterías en China cuadruplicará la demanda de aquí a 2027, a medida que su industria de vehículos eléctricos siga creciendo.
Pero el rápido crecimiento también ha supuesto para China un exceso de capacidad de fabricación que podría situarse entre 5 millones y 10 millones de VE al año, según la consultora Automobility.
Aun así, lejos de frenar la inversión en fabricación, China ha redoblado el nuevo mantra de Xi de liberar “nuevas fuerzas productivas” invirtiendo en tecnología punta, incluidos los vehículos eléctricos, los vuelos espaciales comerciales y las ciencias de la vida, áreas en las que muchas empresas estadounidenses tienen ventajas.