El sello nacional Igualar estableció una serie de estándares para alcanzar la igualdad de oportunidades en las compañías, como capacitaciones, protocolos de abordaje de violencias, la creación de lactarios, licencias igualitarias y otras medidas que promueven la inclusión laboral de mujeres y LGBTI.
Las 35 empresas que adhirieron al Sello Igualar –que emplean a unas 100.000 personas– conforman la Red de Empresas para la Igualdad y reciben capacitación en prácticas laborales de igualdad de género.
“Muchas grandes empresas han avanzado en tener áreas de género, tener protocolos contra las violencias. Todavía falta avanzar más en ascender a las mujeres y a las diversidades en sus cargos: solo una de cada diez personas en los directorios de las empresas es una mujer. Falta más inclusión trans y de espacios de cuidados en las empresas”, sostuvo Lucía Cirmi Obon, subsecretaria de Políticas de Igualdad de la Nación. “Las diversidades están en los puestos de menor jerarquía e ingreso. Necesitamos que haya políticas de ascenso igualitaria y de cuidado para que todas las personas tengan las mismas oportunidades”, añadió.
Asimismo se creó una nueva norma IRAM: el Sistema de Gestión en Equidad de Género (SIGEG 57001), con el objetivo de promover y fortalecer la equidad de género mediante la reducción de las brechas, prevención y erradicación de las violencias por motivos de género para el ámbito de las organizaciones. La norma es aplicable a cualquier organización sin importar su tamaño o las actividades que realiza.
COMUNIDAD LGBTIQ+ Y CONDICIONES DE VIDA
El Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina, realizado por el Centro de Estudios de Población (Cenep), el Conicet y grupos de investigación de cinco universidades públicas registraron que el nivel educativo aumentó en la comunidad LGBTIQ+, pero el desempleo continúa en índices elevados.
El relevamiento abarcó a más de 15.000 personas entre mayo y julio del 2023 y ofrece información estadística sobre la situación laboral, educativa, de salud, vivienda, convivencia y discriminación de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, no binaries y otras identidades en el país. Entre los distintos apartados, 4 de cada 10 feminidades trans dijeron haber sido desestimadas o despedidas de un trabajo por su identidad de género, mientras que entre las masculinidades trans el porcentaje es cercano al 30%.
En cuanto a la situación laboral, 77,4% de las personas que respondieron están ocupadas, pero un 7,3% está en situación de desocupación, porcentaje que asciende entre masculinidades trans (14,3%), feminidades trans (12,3%) y no binaries (10,1%).