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domingo, enero 26, 2025
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Enero eterno: por qué parece que el primer mes del año es interminable

CIENCIA

Pasadas las fiestas de Navidad, la vuelta a la rutina y el comienzo de un nuevo año hace que para algunos parezca que los días pasan realmente lentos. «Es posible que el reiniciar el trabajo después de Navidad lleve a mucho aburrimiento comparado con la diversión que se siente durante la Navidad, lo que puede llevar a tener la impresión de que el tiempo no pasa nunca en enero», apuntó Zhenguang Cai, doctor en Psicología Experimental.

De la redacción de EL NORTE
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El primer mes del año se está haciendo eterno para muchos. Las redes sociales se están llenando de memes y comentarios que hablan de lo lento que está pasando el mes de enero. Pero ¿por qué ocurre esto si además de enero hay otros meses que tienen 31 días? La ciencia tiene una respuesta. Te contamos por qué el primer mes del año parece durar una eternidad.

Pasadas las fiestas de Navidad, la vuelta a la rutina y el comienzo de un nuevo año hace que para algunos parezca que los días pasan realmente lentos. «Todavía es enero y mañana seguirá siendo enero», «¿Qué es más largo: enero o el olvido?» o «Día 89 de enero», son algunos de los comentarios que están invadiendo las redes estos días.

Pero esto no es algo que esté ocurriendo en 2025 por primera vez. Cada año, el mes de enero tiende a parecer infinito. En 2018, el New York Times publicó una portada con una caricatura de Roz Chast que reflejaba precisamente lo despacio que puede llegar a sentirse que pasa el tiempo en este mes de gastos, frío y enfermedades víricas.

Muy lento

La ciencia tiene la respuesta a esta incógnita. El paso del tiempo es relativo y existen diversos factores que hacen que esta percepción pueda variar. Básicamente, el tiempo pasa más rápido cuando se disfruta. Por ejemplo, cuando se está de viaje o cuando se comparte con seres queridos. Por el contrario, pasa más lento cuando nos sentimos solos, aburridos o sin motivación.

Y es que, tal y como han demostrado experimentos científicos, el estado de bienestar influye directamente en cómo las personas perciben que pasa el tiempo. Enero viene precisamente detrás de un mes, diciembre, en el que las fechas hacen que se esté continuamente acudiendo a reuniones o eventos junto a familiares o amigos, por lo que el tiempo pasa prácticamente volando.

No obstante, tras un mes de fiestas, cenas y encuentros, llega la vuelta a la realidad. Enero es el mes de vuelta a la rutina y esto hace que, en comparación con su antecesor, el tiempo pase mucho más lento.

Explicación científica

En el hipotálamo, cada persona tiene ubicado un reloj biológico. Es concretamente esta parte del cerebro la que se encarga de regular, entre otras cosas, la temperatura del cuerpo, la sed, el hambre o el estado de ánimo, a través de la liberación de hormonas.

«Es posible que el reiniciar el trabajo después de Navidad lleve a mucho aburrimiento comparado con la diversión que se siente durante la Navidad, lo que puede llevar a tener la impresión de que el tiempo pasa más lento en enero», apuntó Zhenguang Cai, doctor en Psicología Experimental. Y es que la dopamina, un neurotransmisor, afecta a la percepción del paso del tiempo. Reside aquí el motivo por el que el tiempo es relativo y subjetivo. Así se demostró en un experimento realizado con ratones.

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