Con una inflación abrumadora, en San Nicolás los carteles de “alquila” ya no abundan y la oferta de casas no encuentra compradores.
De a poco en San Nicolás han dejado de notarse los carteles que ofrecen un alquiler. En contrapartida, los esfuerzos por vender una vivienda no logran seducir a los posibles compradores que se decantan por la renta ante una inflación que golpea de lleno en el poder adquisitivo.
“El mercado de alquileres en viviendas familiares está muy fuerte. La oferta se mantiene igual, pero la demanda es muy grande”, subrayó Germán Crigna, referente del mercado inmobiliario consultado por Diario El Norte. En esa línea ratificó que en San Nicolás –al igual que en el resto del país- hay muy pocas locaciones dispuestas a la renta.
“Con los ingresos que cuentan los compradores hoy, sumado a los ahorros que pueden generar en poco tiempo, desde ya que no llegan a poder comprar una casa y por eso apuestan por alquilar”, resaltó Crigna sobre este particular. Asimismo, destacó que las viviendas que llegan a las distintas firmas inmobiliarias son alquiladas muy rápido, “alquilamos enseguida” ratificó.
Mercado retraído
Al contrario de lo que ostenta el mercado de la renta, quienes apuestan a la compra-venta de viviendas familiares atraviesan una situación más compleja. La creciente inflación que atraviesa el país, y por ende San Nicolás, lleva a que el sueño de comprar la casa propia quede prácticamente en el pasado.
“El mercado de venta de inmuebles está muy deprimido hace bastante. No hay ventas, y las que se logran concretar son muy puntuales”, destacó la fuente consultada por este medio. Con esta realidad, actualmente los carteles de “se venden” colman la escena en la vía pública.
Sumado a la constante suba de precios en este apartado de la economía, se le suman otras dos aristas negativas: La incertidumbre, y la nula existencia de créditos hipotecarios. Respecto a la poca previsibilidad de la economía nacional, quienes cuentan con los ingresos necesarios para adquirir una vivienda familiar prefieren pasar por alto esta vía de inversión a futuro y ya no optan por “refugiarse en el ladrillo”.
“El motor del mercado inmobiliario son los créditos hipotecarios, y ya hace cuatro años que prácticamente no existen”, sostuvo Germán Crigna. A continuación destacó que tampoco se vislumbra un cambio en esta tendencia, por lo que no hay grandes esperanzas de un repunte en el corto plazo.
Una ley sin beneficiados
En un año marcado por las elecciones presidenciales, la política acostumbra a rever viejas normativas y la actual Ley de Alquileres es una de las apuntadas. Con el aumento que comenzó a regir este mes, dicha reglamentación comenzó a ser analizada nuevamente por el Ejecutivo nacional, el cual no descarta suspender algunos aspectos de la misma.
Desde su sanción a mediados del 2020 no ha traído ventajas para quienes les interpela, y ha generado repetidos cruces entre oposición y oficialismo. Según dicta esta normativa respecto a las viviendas familiares, la actualización de los valores debe realizarse cada doce meses. Precisamente, esta adecuación anual se rige por el Índice de Contratos de Locación (ICL), el cual queda en manos del Banco Central. En la última actualización, emitida el pasado 1 de abril, este parámetro arrojó una suba del 92,06% en el valor de las rentas.
Sin embargo, estas reglas de juego no tienen “ganadores”. “Para el inquilino es un salto muy importante, y para el propietario la renta en los meses previos al aumento no es buena”, señalaron fuentes del sector. “Cuando la ley fue promulgada no había la proyección de lo que es la inflación hoy”, resaltan.
Esta situación tiene su repercusión en lo anteriormente planteado, desistir de comprar una vivienda. “Que la renta no sea buena frena la idea de adquirir una nueva locación para ponerla en alquiler”, analizaron desde el mercado inmobiliario local. A pesar de esto, los partícipes de este sector aseguran que las expectativas se mantienen a flote: “La propiedad siempre mantiene valor, y puede darte una renta”, concluyeron.