El Diego jugó en un total de seis clubes y brilló en la Selección argentina.
Diego Armando Maradona es una figura central en la historia del fútbol mundial y su trayectoria abarca tanto el fútbol argentino como el europeo, logrando un nivel de impacto en cada equipo que defendió, con una serie de logros y momentos memorables a lo largo de sus 31 años de carrera.
A nivel local, Maradona comenzó su carrera en Argentinos Juniors en 1976, un debut que marcó el inicio de un recorrido impresionante. Diego jugó en el equipo de La Paternal hasta 1980, en donde contabilizó 166 partidos y anotó 111 goles. Su rendimiento en este equipo fue tan significativo que el estadio del club lleva hoy su nombre en su honor.
Tras esa etapa, el “10” pasó a Boca Juniors en 1981, donde fue un protagonista indiscutible en la obtención del torneo Metropolitano de ese año, con 40 partidos y 28 goles en lo que sería la primera etapa en el club xeneize.
Su desempeño en Boca captó la atención del Barcelona, club que lo contrató en 1982. Su debut en el fútbol español fue ante el Valencia y aunque ese partido terminó en derrota por 2 a 1, Maradona dejó su huella al anotar el gol del triunfo parcial en el primer tiempo.
En el Barcelona, ganó la Copa de la Liga y la Copa del Rey, pero su estancia fue breve y estuvo marcada por incidentes en el campo y problemas con lesiones que le hicieron tomar la decisión de dejar España por seguir en Europa. En 1984, dejó el club tras una derrota en la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao por 1 a 0. En total, jugó 58 partidos y marcó 38 goles.
Luego de su paso por España, llegó a Italia para jugar en el Napoli, un club en el que alcanzaría la cúspide de su carrera deportiva y donde se convertiría en un auténtico ídolo popular, ya que la ciudad entera está marcada por su presencia.
La etapa de Maradona en el Napoli es recordada como una de las más exitosas de su carrera, con logros que incluyen dos campeonatos de la Serie A en las temporadas 1986/87 y 1989/90, así como la Copa Italia, la Supercopa Italiana y la Copa de la UEFA.
Maradona fue el líder indiscutido del equipo y se convirtió en un símbolo de la ciudad de Nápoles, en donde logró que el club fuera protagonista en el fútbol italiano y europeo. Con un total de 259 partidos y 115 goles en el club, Maradona dejó un legado imborrable. Su despedida en 1991, con una derrota ante la Sampdoria por 4 a 1, fue un momento emotivo, y su figura sigue siendo recordada en la ciudad hasta la actualidad.
Luego de su paso por Italia, en donde terminó suspendido por dopaje en 1991, Maradona tuvo experiencias más breves en el Sevilla y Newell’s Old Boys, donde sus apariciones en la cancha fueron limitadas. Con el club andaluz apenas pudo jugar 29 encuentros entre LaLiga y Copa del Rey, y solo marcó siete tantos. Por otro lado, con el cuadro rosarino, jugó cinco partidos oficiales y anotó un solo gol.
El 7 de octubre de 1995, Diego Maradona regresó a Boca en un partido contra Colón en La Bombonera, tras 15 meses de suspensión por doping en el Mundial de 1994 en lo que fue su segunda etapa con el club.
Con un llamativo mechón amarillo y la cinta de capitán, el “10” fue recibido con una emotiva celebración por los 50.000 hinchas, quienes le dieron un recibimiento con serpentinas, globos y bengalas. Maradona continuó en Boca hasta su retiro en octubre de 1997 en el estadio Monumental, en un partido contra River que Boca ganó 2 a 1, el último Superclásico de la carrera del Diego.