Con las camas de terapia intensiva ocupadas casi en su totalidad en nuestra ciudad, sumándose las fuertes restricciones que limitan el comercio y la circulación, genera preocupación cómo se siguen desarrollando fiestas clandestinas en distintas viviendas y especialmente en casas quintas, sin verse que la justicia federal tome cartas en el asunto. Este tipo de infracciones que atentan contra la salud publica están contempladas por el artículo 205 de Código Penal y el número de actas labradas al respecto, en el peor momento de la pandemia, son muy pocas.
De la redacción de El Norte
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Desde hace ya un par de semanas vecinos indignados se comunicaron con nuestro medio dando a conocer que a pesar de las fuertes restricciones que se están viviendo por el covid y su preocupante crecimiento en la ciudad, se siguen organizando fiestas clandestinas donde, en su mayoría personas jóvenes, se reúnen sin ningún tipo de cuidado a beber y bailar. Algunas casi multitudinarias y otras con una veintena de personas, pero sea como sean, desde el verano que este tipo de encuentros siguen teniendo lugar. En algunos casos intervino la policía, especialmente durante la época estival, pero hoy, en el peor momento de la pandemia, con la ocupación hospitalaria casi al cien por ciento y casi sin camas de terapia, no se ve una intervención de la justicia federal que es la que debe estar abocada a este tipo de delitos.
Recordemos que el artículo 205 del Código penal estipula que será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia.
Por redes sociales
Las convocatorias se producen en muchos casos por redes sociales y en distintos barrios de la ciudad. Vecinos de barrio Moreno y otras locaciones de zona norte contaron que en muchos casos llaman a las autoridad, los cuales llegan, advierten a los jóvenes de que no deben continuar con la celebración, pero después de marcharse, los chicos vuelven a juntarse, generalmente solo mudándose de lugar, agrediendo a los que creen que los denunciaron y sin que se vislumbre ningún tipo de sanción.
Es preocupante observar que desde la intensificación de las restricciones, que afectaron mayormente al mercado laboral con cortes de horarios y cese de actividades especialmente ligadas al ámbito gastronómico, hay un silencio de parte de la justicia federal que llama la atención. Son muy pocas las contravenciones labradas al artículo 205 teniendo en cuenta que el comportamiento de cierto sector de la gente es mucho peor que el año pasado cuando con cero casos en la ciudad se vivía en un virtual toque de queda.
Golpe al bolsillo
Desde los sectores gastronómicos y de esparcimiento alzan la voz en protesta por el grave perjuicio económico y cierre de locales que acarrea el no poder trabajar, lo que no es solo un golpe a los empresarios, sino también a los empleados tanto mozos, como cocineros, barman y adicionistas que desde el nuevo cambio de fase se vieron literalmente en la calle y sin ningún tipo de ingresos ya que en su mayoría cobran en el día.
El enojo radica que así como ven se permiten los encuentros clandestinos, tranquilamente podrían dejar trabajar a un bar o restaurante donde si se cumplen los protocolos de sanidad con distanciamiento, determinado número de comensales por mesa y demás implementos propios de la prevención el virus, lo que además de dar un lugar de esparcimiento controlado y seguro, permitiría otorgarle trabajo a un gran sector de la sociedad que hoy se encuentra relegado y sin miras de saber cuándo volverá a la actividad.
El fin de semana largo de la semana de mayo, nuestro medio tomó conocimiento de un gran número de encuentros en casas particulares y más aún en un sector en crecimiento que es el de alquiler de casas quintas donde se organizan fiestas con música y luces especiales, en los cuales se baila y bebe hasta la madrugada con total impunidad.
La ola de contagios crece y más aun con la irresponsabilidad de ciertos sectores de la sociedad, la indiferencia de la justicia federal y un gobierno que sigue golpeando donde no debe.
¿Limbo judicial?
Recordemos que el 9 de abril EL NORTE tuvo acceso a las misivas que tanto Fiscalía General como Fiscalía Federal le enviaron al titular del Departamento Ejecutivo municipal, donde la justicia Federal intentaba excusarse de actuar respecto al artículo 205 a lo que Sandra Bicetti, titular del Ministerio Público Fiscal Departamental, aclaró que sigue siendo competencia de la Justicia Federal intervenir en los supuestos de infracción en tanto este tipo de infracciones responden a disposiciones de orden nacional dictadas en el marco de la política pública sanitaria dispuesta durante la pandemia por el Poder Ejecutivo Nacional.