En un plenario de comisiones, representantes del organismo revelaron que están trabajando en un proyecto de abordaje integral, con foco especial en el impacto en niños y adolescentes, pero advirtieron que necesitarán un “fondo nacional” con “el 100% de las multas y decomisos”.
En un nutrido plenario de la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), Facundo Prieto, anunció hoy que desde ese organismo se está trabajando en un proyecto de ley para un abordaje integral del problema de la ludopatía, que incluiría una línea telefónica de atención inmediata.
El funcionario explicó que a partir del decreto 10/24, se incorporó a la competencia de Sedronar políticas nacionales contra adicciones sin sustancia, lo que permitió empezar a trabajar más a fondo en temas de ludopatía.
En un plenario de las comisiones de Prevención de las Adicciones y Control del Narcotráfico; Acción Social y Salud Pública; Comunicaciones e Informática; Legislación Penal Y Familias, Niñez, Prieto aclaró que el proyecto de ley tendrá “una arista punitiva y otra preventiva”.
Para hablar de esta segunda pata, le cedió la palabra a la Subsecretaria de Atención y Acompañamiento en materia de drogas de Sedronar, Silvia Pisano.
La funcionaria alertó que se trata de una “problemática inédita” que tiene origen en los “consumos problemáticos digitales y sistemas de apuestas en línea que se están dando en niños, niñas y adolescentes”.
En este sentido, destacó que desde Sedronar proponen “pensar en una línea 140 de ayuda, un dispositivo de atención inmediata”.
Esta línea permitiría el contacto directo con las personas ludópatas pero también “la consulta a los cuidadores adultos, a los familiares” para el “tratamiento terapéutico y comunitario” a través de la red de servicios de Sedronar.
A su vez, el proyecto incluye “acciones de formación tanto en sectores de salud y educación de distintos ámbitos, campañas de concientización y de sensibilización con respecto al tema, y talleres con toda la comunidad educativa, con las ONGs”.
En este sentido, reveló que se está “tratando de trabajar para la erradicación de la publicidad al respecto, sobre todo cuando hablamos de niños, niñas y adolescentes”.
En este sentido, aclaró que para poder llevar adelante esta política pública el Sedronar necesitará que se forme un “fondo nacional” con “el 100% de las multas y decomisos que se produzcan desde la aplicación del Código Penal, el ENACOM., el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores”.
Por último, Pisano anunció que este mismo martes se puso en marcha una mesa nacional contra la ludopatía con la participación de todas las provincias, en la que empezaron a conversar sobre la política pública y la normativa específica.
A su turno, la médica psiquiatra Silvina Gobbi dedicada a la Salud Mental, Adicciones y Neurodivergencia diferenció el “juego normal” del juego adictivo.
“La adicción es una enfermedad del cerebro”, sentenció, y destacó que las adicciones sin sustancia como el juego “activan el circuito de la recompensa” en el que interviene principalmente un neurotransmisor que es la dopamina.
La académica agregó que estas adicciones “proporcionan un placer inmediato, fugaz, que para algunos va a ser una mecanismo evasor, anestesiador”.
Y alertó que “cualquiera sea el motivo del inicio de estas conductas, si son excesivas o abusivas va a provocar daños permanentes en el sistema nervioso central”.
Según explicó, las adicciones con o sin sustancia generalmente arrancan en la adolescencia, etapa de la vida en que los individuos son más “vulnerables” a estas patologías porque tienen “el cerebro más inmaduro”.
“Consumo porque me genera placer y después consumo de nuevo para no tener los efectos de la abstinencia. Es una escalada. Pero no toda conducta termina siendo una adicción. Para que se genera una adicción se tienen que perder el control inhibitorio, los frenos inhibitorios”, diferenció.
“La adicción es una enfermedad cerebral crónica porque produce un deterioro cognitivo sistemático y progresivo que si no lo atajo a tiempo es irreversible”, siguió Gobbi.
Sobre la ludopatía, resumió que se trata de “una adicción sin droga, una adicción comportamental determinada por el uso repetitivo y excesivo y la falta de control inhibitorio”.
“Y en un cerebro inmaduro como el de un adolescente esto se desarrolla más rápidamente. En este catálogo no solo está el juego de apuestas o de azar como también la adicción a las pantallas”, sumó.
“La adicción al juego tiene una diferencia con las adicciones químicas. La persona que decide jugar tiene una meta fantasiosa. El trasfondo es mayor éxito, eficacia o eficiencia con el menor esfuerzo y costo posible”, reflexionó.
“El jugador cree que en algún momento va a acertar y se va a salvar. Esto va a generar una gran ansiedad y una gran depresión. El 70% de los ludópatas tiene alguna otra patología asociada. 50% tiene comorbilidad con afectos afectivos, ansiedad o depresión. Hay trastornos del sueño, obesidad, miopías”, lamentó.
En este sentido, la experta en salud mental aseguró que “el gambling, a diferencia de las adicciones químicas, es más masivo, tiene mayor disponibilidad”.
“Si yo lo tengo en la mano, va a ser diferente que yo tengo que ir a buscarlo. Es mutidigital, es multijugador. Tiene una oferta inagotable. Y además es más difícil dimensionar la pérdida económica porque tengo dinero virtual a diferencia del dinero material”, comentó.
En esta línea, Gobbi sostuvo que “las empresas que venden esto deberíamos considerarlas como verdaderas narcotraficantes”.
Al comienzo del plenario, la presidenta de la comisión de Prevención de Adicciones, Mónica Frade, aclaró que la reunión informativa que estaba en curso sería la última y que el siguiente encuentro será para el debate entre diputados nacionales, antes de proceder a la firma de dictámenes.