El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento reveló su informe sobre movimientos demográficos en la Argentina. Uno de los datos salientes da cuenta de que, desde el 2015 y hasta el 2020, en nuestro país hubo una disminución de más de la mitad de los embarazos adolescentes no deseados. Este 55% de baja, explican, viene de la mano de un crecimiento del acceso a la educación sexual integral (ESI) y, en consecuencia, a los métodos anticonceptivos.
[email protected]
Un informe elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), denominado “Odisea Demográfica. Tendencias demográficas en Argentina: insumos clave para el diseño del bienestar social”, expuso datos analizados en el corriente año, en un análisis que propone dar cuenta de los cambios estadísticos y sociales de la población local.
Un espacio central del documento está otorgado a la concepción. En su recorrido, explica que “en 2015 había 33 países y territorios con niveles de fecundidad menores que el de la Argentina (según los datos de la ONU, 2022). A partir de 2014 los niveles de fecundidad comenzaron a disminuir abrupta y significativamente. Entre 2014 y 2020, la tasa global de fecundidad bajó un 34%, el descenso más pronunciado desde que existen registros anuales de esta variable en Argentina”. Allí asoma un dato destacable: la tendencia a la baja fue aún más acelerada (-55%) en las adolescentes. Esto no es “menor puesto que los embarazos en edades tempranas son, en su mayoría, no intencionales. Además, los diferenciales por condición socioeconómica o regiones también tendieron a disminuir”, señaló el Cippec.
POR QUÉ CAMBIÓ
La tendencia en la fecundidad en el último quinquenio se modificó por algunas variables: cambios en las preferencias, conductas sociales y culturales, y cambios en accesibilidad a tecnologías modernas de anticoncepción. “En este sentido, el auge de movimientos feministas en la segunda década de los 2000 parecería haber influido en conductas y preferencias, a la vez que motorizó la ampliación del acceso a derechos sexuales y reproductivos”, asevera el informe.
Además, la masificación del acceso al implante subdérmico –dispositivo anticonceptivo de larga duración– también aparece como factor clave, de la mano de la ampliación de la educación sexual integral (ESI) y las consecuencias propias de poner en conocimiento la posibilidad de evitar un embarazo.
El equipo de investigación sostiene que “el descenso de la fecundidad general y, más particularmente, de la fecundidad adolescente es doblemente positivo: refleja los logros alcanzados en el acceso a derechos sexuales y reproductivos –lo que permitió una baja importante en los embarazos no deseados– y tiene un rol crítico en la autonomía económica de las mujeres y en la reducción de la vulnerabilidad social”.
IMPACTOS
Según Georgina Sticco, miembro y fundadora de la consultora Grow, el 69% de los embarazos adolescentes no son planificados y hay un porcentaje que no se conoce porque falta estadística. La maternidad, sobre todo en esta franja etaria, tiene un fuerte impacto a la hora de acceder al mercado laboral y en la continuidad en el sistema educativo. La investigadora plantea que “la mayoría de las chicas que están transitando un embarazo no tienen contención en la escuela. Y cuando se mira el caso de los “ni ni” (ni trabajan ni estudian), el 70% son mujeres que cuidan” a sus hijos y otros familiares.
Otro dato que se releva sobre este asunto –provisto por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) – tiene que ver con que más de 340.000 adolescentes de entre 14 y 19 años conviven en situación de pareja; el 68% son mujeres, lo que duplica el número de varones de esa misma edad. “Eso quiere decir que las jóvenes tienen parejas mayores, lo que las pone en una relación de desigualdad, lo que da por tierra la idea de que el sexo se da siempre bajo consenso”, explicó Sticco. La Unicef, además, detalla que el 18% de las mujeres de la región se casaron antes de cumplir los 15 años y entre el 35 y el 44% de menores de 14 años estaban en pareja al nacer sus hijos.
ACCESO
Las opciones de planificación familiar que mejor se adapten a las necesidades de cada persona están al libre alcance en nuestro país. Ese derecho está establecido en la Ley 25.673 de salud sexual y procreación responsable y garantiza el acceso gratuito en hospitales y centros de salud, obras sociales y prepagas a un método anticonceptivo de los incluidos en el Plan Médico Obligatorio: preservativos, pastillas, inyectables, DIU, anticoncepción de emergencia (la denominada “pastilla del día después”), anticoncepción quirúrgica (ligadura tubaria y vasectomía) e implante subdérmico.
En San Nicolás, estas opciones están disponibles de manera gratuita a través del Hospital San Felipe y el Hospital Zona Norte principalmente, donde ambos efectores cuentan con un servicio de consejería sexual para responder dudas y brindar atención.
Asimismo, para obtener información, existen la línea gratuita y confidencial de Salud Sexual 0800-222-3444 y el mail [email protected].