Durante el pasado año, la actividad en la Secretaría de Género de la Fiscalía General no tuvo freno. Estos números considerados “alarmantes” por los profesionales del área, ya eran avistados en agosto. Precisamente, a mediados del mencionado mes EL NORTE daba cuenta que las instrucciones jurídicas eran 793, una cifra que creció con el paso del tiempo. Asimismo, en todo el Departamento Judicial son un total de 3111 expedientes.
De la redacción de EL NORTE
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A principios de enero, la Defensoría del Pueblo indicaba el aumento de femicidios en todo el país durante el 2023. Concretamente se registraron un total de 322 casos, una suba exponencial del 22% respecto al ciclo anterior. “El aumento en las cifras de asesinatos de mujeres por razones de género es alarmante”, subrayaron desde la entidad nacional.
Si bien estos sucesos son considerados los delitos más trágicos, en los escalafones por debajo -que en algunas ocasiones son la antesala de lo peor- la situación no se presenta tan alejada. Prueba de esto es lo ocurrido en las distintas dependencias de la ciudad, fiscalías donde al menos tres veces por día en promedio llegaron distintas personas a radicar denuncias de carácter penal enmarcadas en la violencia de género.
“La realidad que hoy atravesamos y que como profesionales nos compete abordar es compleja”, subrayó a EL NORTE Manuela Ballestero, letrada auxiliar de la Secretaría de Género de la Fiscalía General nicoleña. Asimismo, respecto de la problemática que expresan los números recolectados destacó que “es preocupante”. “La violencia de género no es algo menor. Constituye una grave violación a los derechos humanos, lo que la convierte en una cuestión de Estado”, agregó.
ESTADISTICAS NEGATIVAS
Para dar cuenta de panorama violento particular que afronta la ciudadanía -sin importar las edades o estratos socioeconómicos- EL NORTE accedió a un informe diseñado por el organismo judicial anteriormente mencionado. Al revisar la recolección de datos queda claro que en San Nicolás se instruyeron por día más de tres causas penales en promedio, por lo menos hasta el 19 de diciembre del año pasado. En total 1322 causas iniciadas. Sin embargo, aunque en nuestra localidad se haya dado la mayor cantidad de presentaciones, la problemática repercute en todo el Departamento Judicial, específicamente con 3111 expedientes.
En concreto, a las causas nicoleñas que representan un elevado 42% del número final, se le suman: 655 en San Pedro (21%), 392 en Baradero (13%), 298 en Ramallo (10%), 287 en Arrecifes (9%) y 157 en Capitán Sarmiento (5%).
En cuanto a los delitos que más se denuncian en el contexto de violencia de género y familiar son: amenazas, lesiones, desobediencias por incumplimiento de medidas cautelares de prohibición de acercamiento y/o cese de actos perturbatorios, daños, abusos sexuales, y en una menor medida, impedimento de contacto e incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
DENUNCIAR, UN RECURSO
A pesar de que las cifras frías representan una advertencia, las voces consultadas por este medio dan cuenta que el escenario va más allá de los casos iniciados. “Muchas veces los números no terminan de coincidir con la realidad que percibimos”, analizó Ballestero, y agregó: “A la fiscalía suele llegar muchísima gente con conflictos familiares y de género que a veces no representan una denuncia penal”. En esa misma línea, la letrada resaltó: “Entendemos que la denuncia suele ser, en muchos casos, el último recurso al que las víctimas acuden. Si bien en algunas ocasiones termina brindando una solución, ya que logra ponerle fin a una situación de hostigamiento violento y agresivo, en otras no resulta”. Además, en su análisis del informe destacó que no siempre la acusación en los organismos judiciales termina representando una resolución a los problemas: “Varias veces no es en el derecho penal donde encontramos la respuesta inmediata. Si bien es uno de los tantos recursos que tenemos para dar con la solución, también consideramos fundamental que podamos concientizar a la población sobre todo lo que ocurre. Si la víctima no logra romper con el patrón de violencia, continuará indefinidamente, por lo que toma un papel importante la prevención”. “Si como sociedad logramos transmitir que la violencia no es normal, por más naturalizada que esté, tendremos la posibilidad de forjar formas saludables de vincularnos, dejando atrás a lo que nos daña”, ratificó.
“Por todo esto, desde nuestro lugar entendemos que las estadísticas no terminan de plasmar los problemas que se ven día a día, por ende, no significa que la violencia de género no se haya incrementado”, sentenció Ballestero.
