En una apretada contienda electoral, Donald Trump y Kamala Harris se embarcan en la recta final antes de los comicios de mañana. Este martes 5 de noviembre, Estados Unidos elije presidente. Los demócrtas no están conformes con las encuentas, pero desde el sector Republicano no quieren dejar nada al alzar y aprietan en los Estados bisagra.
Las elecciones de Estados Unidos atraviesan el mundo. Uno de los países más importantes, elije Presidente mañana martes 5 de noviembre. La demócrata Kamala Harris buscará convertirse en la primera presidenta del país del norte de América. Trump, por su parte, anhela volver a ocupar la oficina Oval de la Casa Blanca, ubicada en el ala oeste.
Difícil panorama el que pinta para los estadounidenses. La división es notoria, pero hasta el momento es el Republicano quien se impone en las encuestas. No obstante, la candidatura de Harris en reemplazo de Biden, generó un crecimiento que asusta a su máximo rival. Con 244 millones de habitantes habilitados a emitir su voto, el margen de victoria es más escaso de lo que parece.
¿Cómo se vota en Estados Unidos?
Estados Unidos tiene una particularidad, sus elecciones son tan dinámicas como inesperadas. Desde el vamos, el tipo de votación es muy distinto al argentino. Se divide por Colegio electoral y la votación del ciudadano es indirecta.
El sistema de elección presidencial de EEUU es indirecto. Los ciudadanos no eligen directamente al candidato, sino a compromisarios o electores dentro de cada estado que emitirán votos electorales en su nombre. Para ganar las elecciones, el candidato deberá obtener una mayoría absoluta de votos electorales que no siempre coincide con el voto popular.
El número total de compromisarios es de 538, equivalente al número de diputados de la Cámara de Representantes (435) más el número de Senadores (100) más los 3 delegados de Washington DC.
Los compromisarios se distribuyen entre los 50 Estados y el Distrito de Columbia en función de su población y su número coincide con el número de diputados y senadores que corresponde al estado.
El conjunto de compromisarios forma el Colegio Electoral y cada uno de ellos emite un voto electoral. El compromisario debe votar al candidato que corresponda según las normas electorales del estado.
Cada estado tiene su propio sistema para elegir a los miembros del Colegio Electoral. Como norma general, los compromisarios se eligen dentro del comité estatal de cada partido que ha resultado ganador (o de los partidos ganadores en el caso de Maine y Nebraska) una vez que se han adjudicado los votos electorales del estado. Los candidatos normalmente suelen ser miembros del partido, pero en ningún caso pueden ser además altos funcionarios de la administración pública o miembros del Congreso o del Gobierno.
La mayoría de los estados conceden todos sus votos electorales al candidato que gana la mayoría absoluta de los votos populares (voto del ciudadano) en el estado. Las única excepciones a esta regla mayoritaria son Nebraska y Maine, que distribuyen el voto electoral de forma proporcional entre cada candidato de acuerdo al porcentaje de votos populares obtenido.
El Colegio Electoral nunca se reúne como cuerpo. Pasadas las elecciones, los compromisarios de cada estado se reúnen en las capitales de su estado para emitir formalmente su voto electoral que se envía a Washington DC para que sea certificado por el Congreso.
Gana las elecciones el candidato que alcanza los 270 votos electorales.
¿Trump o Harris?
La contienda electoral es marcada. Ambos candidatos buscaron ser fuertes en los Estados bisagras, es decir, los que tienen mayores colegios electorales o más fuertes. El más buscado siempre es Wisconsin, siendo muy maleable y fuerte para los Republicanos; a pesar de que estén empatados en este momento. Harris no se queda atrás y, a diferencia de lo que se suele ver en nuestro país, los debates ayudaron a levantar la figura demócrata.
Una nación profundamente dividida se dirige a las urnas para elegir a su 47º presidente después de una campaña sin precedentes que incluyó insultos desagradables, dos intentos de asesinato, una condena penal para Trump, una nominación sorpresa para Harris y una desinformación constante que dejó a los votantes divididos sobre hechos básicos. En vísperas de las elecciones, los estadounidenses de ambos lados están motivados en gran medida por el miedo al otro, como muestran decenas de entrevistas.
Algunos advierten de un día apocalíptico con Harris: Trump declara que Estados Unidos es “un país ocupado”, afirma una “invasión” de migrantes y ataca a los opositores a los que llama “el enemigo interno”. Otros están convencidos de que un segundo mandato de Trump causaría un daño irreparable a las instituciones gubernamentales y a la democracia, y se hacen eco de la postura de Harris de que Trump es inestable y “busca un poder sin control”.
Péndulos
En cuanto a los «Estados Péndulos» en este sitio Trump aparece arriba en 1,9% en Arizona, 1,6% en Georgia, 0,2% en Nevada, 1,3% en Carolina del Norte, 0,3% en la estratégica Pensilvania. En Wisconsin están empatados. Y Harris sólo lidera en Michigan, con una diferencia del 0,5%. En ese escenario -y aun si Wisconsin se inclinara por los demócratas- el republicano se llevaría un contundente triunfo en el Colegio Electoral.
Para concluir con este panorama, aún incierto, quien gane se llevará dos premios y una patada. La economía, lo social y las relaciones públicas, son las tres aristas que se ponen en juego para ellos y para el mundo. En los ojos de todos, este martes habrá un gran caudal de espectadores, atentos a los resultados.