Junto a Alberto Fernández, el ministro de Economía brindó detalles de la negociación ante mandatarios oficialistas y “delegados” opositores; Larreta no envió ningún representante; Kicillof apuntó a EEUU por la demora del acuerdo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró esta tarde ante un auditorio de gobernadores provinciales que “no hay nada que condicione más” al país que “la deuda con el Fondo Monetario” Internacional (FMI). Sentado junto al presidente Alberto Fernández, el funcionario admitió que “el sendero fiscal es el punto donde no hay acuerdo” con el organismo internacional.
“La diferencia entre lo que plantea el FMI y lo que plantea el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa de ajuste del gasto real, que detendría con seguridad la recuperación, versus un programa que le dé continuidad a la recuperación de la economhttps://www.diarioelnorte.com.ar/el-sendero-fiscal-es-el-punto-donde-no-hay-acuerdo-con-el-fmi/ía”, precisó Guzmán, que utilizó filminas y gráficos de barras en su exposición,
Por el Congreso
Antes de dar paso a una ronda de preguntas de los gobernadores presentes, entre quienes el bonaerense Axel Kicillof apuntó contra Estados Unidos por la demora del acuerdo, el ministro de Economía definió: “No existe un buen acuerdo, lo que existe es un acuerdo bueno en términos relativos”. Y aclaró que cualquier entendimiento con el FMI “tendrá que pasar por el Congreso”.
El funcionario sostuvo, por otra parte, que las negociaciones incluyen la variable de la inflación y destacó que es “muy importante el acompañamiento del sector privado”, porque el programa que firmó en 2018 el expresidente Mauricio Macri falló, a su criterio, por no considerar este aspecto. “Las fallas del programa anterior explican por qué todavía no hay acuerdo”, agregó.
El ministro de Economía dijo, no obstante, que existe un entendimiento con el FMI sobre la necesidad de recuperar reservas internacionales del Banco Central. “El acuerdo que buscamos alcanzar no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo que tiene la Argentina. Es tan grande la magnitud del problema que va a llevar años poder resolverlo”, remarcó.
Guzmán también planteó el costado “geopolítico” de la negociación con el FMI. “Para poder sacarnos esta carga de encima, necesitamos el apoyo de la comunidad internacional”. El ministro abundó: “El problema es muy serio. Hay que dar una serie de pasos que van a llevar tiempo”.
El ministro de Economía afirmó además que las negociaciones con el organismo incluyen la construcción de “un sendero fiscal, un sendero de acumulación de reservas internacionales y otro de apuntalamiento monetario”.
Antes, en el inicio del encuentro, el presidente Fernández sostuvo: “Creo que vamos a lograr un acuerdo conveniente para la Argentina”. Y tras la presentación de Guzmán, retomó la palabra para asegurar que “para nosotros la palabra ajuste está desterrada en la discusión, el secreto es crecer”. Sobre el final, dijo que “es central que el acuerdo que logremos sea el menos pesado para los argentinos”.
Sin tarifazo
“No hay ninguna posibilidad de que haya un tarifazo este año o mientras nosotros estemos gobernando. Eso es lo que quiero dejar en claro, porque así está planteado ante los acreedores”, dijo. También marcó que tiene “el triste privilegio de ser el primer presidente que denuncia a un expresidente por el tema de la deuda”.
“Nosotros queremos que todos unamos esfuerzos para poder plantearle al mundo la necesidad de los países deudores de no encontrar en la postergación y en la falta de crecimiento, una solución al problema de la deuda”, remarcó. Mientras que el propio Guzmán pareció dedicarle unas palabras a los ausentes: “Es una negociación de toda la República Argentina”, marcó.
El auditorio
Con una convocatoria de doce gobernadores y nutrida sobre todo con vicegobernadores y ministros de economía del resto de las provincias, tomó forma ayer a la tarde en la Casa Rosada la reunión convocada por el presidente Fernández y el ministro Guzmán para brindar detalles de las negociaciones en curso con el FMI.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, envió a un funcionario de su gabinete, mientras que se confirmó la ausencia de representantes del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, tal como anticipó el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta.