Con salida desde la Parroquia San Carlos Borromeo, los días 25 y 26 de marzo se llevará a cabo la edición número 36 de la peregrinación desde Pergamino al Santuario de María del Rosario de San Nicolás. Los peregrinos caminarán los primeros 40 kilómetros hasta Conesa, donde pasarán la noche, para luego continuar temprano al día siguiente llegar a San Nicolás en horas de la tarde.
La tradicional Peregrinación que hacen los creyentes de Pergamino al Santuario de la Virgen María del Rosario de San Nicolás tendrá lugar los días 25 y 26 de marzo. Este evento tradicionalmente se llevaba a cabo en septiembre o mayo, pero se decidió cambiar a marzo debido a la celebración del día de la Anunciación y al clima intermedio en esa época del año.
La salida será desde la parroquia San Carlos Borromeo en el barrio José Hernández a las 5:45 am del sábado. Los participantes caminarán durante el primer día los primeros 40 kilómetros con paradas intermitentes en los diferentes pueblos del camino, para pasar la noche en Conesa. El domingo, saldrán temprano para llegar a San Nicolás y participar en la misa celebrada por el obispo monseñor Hugo Santiago a las 17:00 en el Santuario de la Virgen.
El clima fue un factor importante para cambiar la fecha de la peregrinación, que solía ser en mayo, un mes frío y lluvioso, peligroso para los peregrinos. El párroco de San Carlos, padre Leonardo, explicó que marzo es una época intermedia en la que el clima es más moderado y que la decisión de cambiar la fecha también se basó en la celebración del día de la Anunciación.
El comité organizador está organizando reuniones para definir los detalles y el lema de la peregrinación. Se insta a los interesados a inscribirse para poder saber cuántas personas asistirán, contratar un seguro y definir cuántas personas serán los guías de la caminata. La inscripción abre una semana antes de la peregrinación y se realiza en el templo del barrio Hernández, en horas de la tarde.
El padre Leonardo también hizo un llamado especial a los que van en vehículos para que no lo hagan en la banquina contraria a los peregrinos, ya que esto puede poner en riesgo a los caminantes. En su lugar, sugirió que el acompañamiento se realice de otra manera y que la espera de quienes van en vehículos se haga en los pueblos. También se recordó que existen vehículos de apoyo que asisten a los peregrinos, ofreciéndoles agua o levantando a quienes ya no pueden caminar.