En medio de la caída en la cotización de los bonos soberanos, el riesgo país de la Argentina subió hoy a 2.219 puntos, el nivel más alto en 22 meses.
Con el mercado local sin actividad por el feriado del Día de la Bandera, ese indicador clave sigue subiendo como reflejo de la cotización de los bonos argentinos en el exterior.
El indicador de JP Morgan que mide la sobre tasa que enfrenta la deuda argentina con relación a los bonos de Tesoro de los Estados Unidos, sube 1,3%.
Es el nivel más alto desde el 2 de agosto de 2020, un mes antes del canje de la deuda.
Los bonos argentinos cotizan casi todos en rojo, con retrocesos en torno al 1%.
Este lunes también es feriado en Estados Unidos, por lo que la bolsa de Valores de Nueva York no está operando.
Las bolsas europeas se mantuvieron estables, con la expectativa de que se vienen políticas monetarias más estrictas en la economía mundial.
En Francia, los papeles retrocedieron después de que en las elecciones el presidente Emmanuel Macron perdiera el control de la Asamblea Nacional.
En la Argentina, la suba del riesgo país refleja la incertidumbre de inversores en medio de la escalada inflacionaria y las dificultades del Gobierno para cumplir con las metas previstas en el acuerdo con el Fondo Monetario.
El riesgo país ya lleva doce días por encima de los 2.000 puntos básicos.
Cuando se selló el canje de deuda en septiembre de 2020, se esperaba que con la emisión de los nuevos títulos el indicador se instalara por debajo de los 1.000 puntos.
Si bien tras el canje el riesgo país bajó rápidamente a la zona de 1.300 puntos, a los pocos días volvió a escalar nuevamente y en las últimas semanas no para de escalar.
Estos niveles de riesgo país le impiden al Gobierno salir a colocar deuda en el exterior.
De esa forma, no le queda otra alternativa que financiarse en el mercado doméstico con colocaciones en pesos, mayoritariamente atadas a la inflación.
El acuerdo con el Fondo Monetario que terminó de cerrarse hace tres meses tampoco sirvió para hacer bajar el riesgo país o el devenir de los títulos públicos.
En lo que va del año, el indicador de JP Morgan escaló 30,8%.
Los bonos argentinos pierden cerca del 30% en lo que va del 2022.
En las últimas dos semanas, el impacto llegó también a los bonos que ajustan por CER, el índice de inflación.
La cotización de estos títulos se derrumbó 15% y aceleró la salida de los inversores institucionales, que le metieron más presión a los dólares alternativos.
La semana pasada, el contado con liqui, el dólar que usan las empresas, saltó a $ 240, mientras el blue llegó a tocar los $ 224, aunque sobre el final de la semana pasada retrocedió a $ 216.
Para frenar la sangría, el Banco Central intervino en el mercado con la compra de $ 150.000 millones en títulos.
Si bien esto sirvió para ponerle piso a los bonos CER, a la vez renueva la incertidumbre acerca de hasta cuándo el Gobierno podrá renovar estos vencimientos sin cambiar las reglas del juego y apelar a un reperfilamiento.
La semana próxima, el ministro de Economía, Martín Guzmán, debe afrontar un vencimiento de deuda CER por unos $ 500.000 millones.
En este escenario, el Banco Central sigue sin poder acumular reservas, lo que expone al país a pedir un waiver en las metas con el FMI y abre expectativas acerca de un endurecimiento del cepo cambiario que frene aún más la salida de dólares.
Las reservas brutas perforaron el jueves últimos el piso de los US$ 41.000 millones, y se ubicaron US$ 40.900 millones.