El presidente del bloque amarillo en Diputados, Cristian Ritondo, trabaja para “normalizar” el partido con Mauricio Macri asumiendo la presidencia en lugar de Patricia Bullrich
“Es una cortina de humo. Se planteó mediáticamente pero en lo institucional no hay nada, no se está negociando nada”. Aclaró un diputado del PRO del interior del país al salir de la habitual reunión de los martes de la bancada amarilla.
El tema de la posible convergencia del PRO es un esquema de coalición formal con el oficialismo, que podría incluir en una fase más avanzada la integración al Gobierno. Se coló en la agenda de discusión del bloque, más allá de que no fue el tema principal de la agenda.
“No fue un tema de charla. Nunca existió ese tema. Hoy nosotros nos hemos comprometido a darla las herramientas de cambio al Gobierno y votamos en consecuencia”. Indicó Ritondo.
Y casi al pasar dejó caer un título, que tiene que ver con el compromiso del PRO a defender en el Congreso el DNU 70 de desregulación económica que para el Gobierno representa la piedra angular de su proyecto de transformación del país.
“Vamos a acompañar en todo lo que sea necesario. Acompañamos el DNU y lo vamos a expresar así con nuestro representante Hernán Lombardi”, dijo Ritondo sobre el diputado macrista que fue elegido para integrar la comisión bicameral de Trámite Parlamentario que se constituirá este jueves para abordar el DNU.
Y a propósito del contenido del proyecto de “ley de Bases”, cuyo tratamiento se cayó estrepitosamente al dinamitarse la sesión en la que se estaba votando el articulado, dijo que le gustaría que se reflotaran “muchas cosas que tenía la ley” como ”el capítulo de educación y cultura, hidrocarburos y el régimen de inversiones”.
“A partir del 1 de marzo se pueden presentar proyectos en conjunto (con LLA) pero más allá de lo que venga del Gobierno además tenemos un montón de proyectos nuestros”, dijo y mencionó las iniciativas de ficha limpia y el voto de ciudadanos en el exterior.
Crisis de identidad
El PRO atraviesa una crisis de identidad. Algunos sectores vinculados a Patricia Bullrich agitan ansiosamente la idea de una fusión o al menos una convergencia en un formato de coalición.
Sin embargo, la propuesta que fue fogoneada por la ministra de Seguridad y que el propio presidente Javer Milei recibió con entusiasmo, desescaló fuertemente en las últimas horas.
El propio Ritondo ya le había bajado el tono el lunes, cuando aseguró que “El PRO tiene una identidad partidaria propia de más de 20 años, y una construcción política a lo largo y ancho del país”.
Sin embargo, reconoció que con La Libertad Avanza se comparten “muchas cuestiones y la visión de un cambio para la Argentina”.
Este martes el referente bonaerense del PRO reforzó este concepto, al sostener que la visión de cambio compartida con LLA se ha dejado “expuesta cada vez que votamos y en el acompañamiento que hemos hecho muchos de nosotros en apoyar a (Javier) Milei en la segunda vuelta”.
La decisión de poner en pausa la alianza formal con el oficialismo es, en realidad, una forma de procastinar un desenlace que inexorablemente se va a dar para las elecciones del 2025, cuando ambos espacios políticos del espectro ideológico de la derecha evalúen que uniendo fuerzas tendrán mejores chances de derrotar al peronismo opositor.
En el macrismo concluyeron que antes de plantear una negociación concreta con La Libertad Avanza para integrar estructuras (por lo menos a nivel parlamentario) es necesario ir hacia la “normalización” del partido.
Con Patricia Bullrich en la rampa de salida de la presidencia, la mayoría de las ramas en las que se divide el PRO apuesta a que Mauricio Macri sea ungido en ese lugar y normalice el partido asumiendo la conducción formal.
Ritondo trabaja con ese norte y lo explicita públicamente. “Yo propongo acompañarlo a Macri como presidente del PRO. Sin duda hay consenso”, afirmó este martes al caer la tarde.
“Cuando definen al PRO nos definen como macristas. Todos sentimos que la conducción del PRO es Mauricio Macri y hacerla formal tiene que ver con la normalización del partido”, reflexionó.
La mentada “normalización del partido” se llevaría puesto a Horacio Rodríguez Larreta, fallido ex precandidato presidencial que perdió la interna con Bullrich y que ya tiene un pie afuera del PRO.
El ex jefe de Gobierno, que tuvo a Macri como mecenas y luego como verdugo, está desencantado con la deriva derechista que está tomando el PRO en épocas libertarias, y está agazapado esperando el momento oportuno (podría ser marzo) para hacer el anuncio oficial de su alejamiento.
Diplomático, y para disuadir la diáspora en riesgosos tiempos de reorganización partidaria, Ritondo aseguró que en el PRO “hay lugar para todos”.
“Patricia (Bullrich), Mauricio (Macri), Horacio (Rodríguez Larreta), María Eugenia (Vidal), Diego Santilli, hay lugar para todos. La construcción de estos 20 años ha sido de estos dirigentes y muchos más que no estoy nombrando”, expresó.