Nació como una broma en un periódico estadounidense y hoy es una de las expresiones más reconocidas en todos los idiomas.
Pocas palabras en el mundo tienen un alcance tan universal como “OK”. Se utiliza en todos los continentes, aparece en conversaciones, correos electrónicos y mensajes de texto. Sin embargo, su origen es mucho más curioso de lo que la mayoría imagina.
A diferencia de muchas palabras que evolucionaron con el idioma, “OK” nació de una broma en la prensa.
En 1839, un periódico de Boston llamado The Boston Morning Post publicó un artículo en el que usó la abreviatura “O.K.” para referirse a “oll korrect”, una deformación humorística de “all correct” (todo correcto).
En esa época, los periódicos solían usar errores ortográficos intencionales para entretener a los lectores. La expresión “OK” no solo fue un juego de palabras, sino que rápidamente ganó popularidad en otros medios de comunicación.
El impulso de la política y la tecnología
La expresión “OK” se consolidó en 1840 cuando el entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Martin Van Buren, la utilizó como eslogan de campaña. Como Van Buren era apodado “Old Kinderhook” (por su lugar de nacimiento en Kinderhook, Nueva York), sus seguidores comenzaron a usar “OK” como símbolo de apoyo.
Años más tarde, la sigla encontró un nuevo impulso con la llegada del telégrafo. Los operadores necesitaban respuestas cortas y rápidas para confirmar la recepción de mensajes, y “OK” se convirtió en la opción perfecta. Desde entonces, la expresión se popularizó en distintos ámbitos y cruzó fronteras.
De Boston al mundo
Con el paso del tiempo, “OK” se adaptó a distintos idiomas y culturas sin necesidad de traducción. Desde la aviación hasta la informática, su uso se extendió globalmente. Hoy en día, sigue siendo una de las expresiones más utilizadas y fácilmente reconocibles en cualquier idioma.
Lo que comenzó como una broma en un periódico terminó convirtiéndose en una de las palabras más influyentes del mundo, demostrando que, a veces, las grandes ideas surgen de los lugares más inesperados.