El nuevo avión presidencial, que llegó al país hace sólo 20 días, voló a Estados Unidos para someterse a una serie de actualizaciones en sus sistemas de navegación.
El flamante ARG-01, un Boeing 757-256 adquirido por el Gobierno por unos 25 millones de dólares, arribó a Dallas para ser revisado por especialistas de C&L Aerospace, la firma que había vendido la aeronave.
Según trascendió, el objetivo del vuelo a Estados Unidos fue realizar una “actualización de sistemas varios”, algo que había quedado pendiente del contrato de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI): por ese motivo, los costos son absorbidos por la compañía norteamericana.
Hasta el momento, la aeronave presidencial sólo fue utilizada por el ministro de Economía, Sergio Massa, para realizar su gira por China, que había contado con la presencia del diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, entre otros: el presidente Alberto Fernández aún no voló en el avión.
El ARG-01 había llegado al país el pasado 25 de mayo con una cuestionada maniobra de los pilotos oficiales.