Rompiendo todo tipo de prejuicios, Luciano Musso participó de las Olimpíadas de Filosofía, a pesar de estar estudiando en la Escuela Técnica N° 6 de nuestra ciudad. Además, pasó todas las instancias previas a la competencia nacional, donde de 24 alumnos de todo el país, se quedó con el tercer puesto.
De la Redacción de El Norte
Las olimpíadas de cualquier materia ponen a prueba los conocimientos de los estudiantes que participan de las mismas. Las de filosofía son un poco más complejas, porque las consignas que deben resolver los participantes merecen mucho conocimiento previo. Cada autor puede desencadenar en una serie de análisis infinitos.
Luciano Musso es un estudiante del sexto año de la Escuela Técnica N° 6 de nuestra ciudad, la que está ubicada en el barrio Somisa. A pesar de su inclinación por cuestiones muy alejadas de lo conocido como social, Musso decidió participar de las Olimpíadas de Filosofía de este año.
“Desde que tengo 15 años que la filosofía me gusta. Fue ahí donde empecé a involucrarme mucho más en ello y este año mi profesor me comentó acerca de la posibilidad de participar de las olimpíadas y terminé probando”, manifestó Luciano Musso en diálogo con EL NORTE.
Su última frase es para analizar. “Terminé probando”, dijo y no solo eso, sino que además pasó todas las instancias que había antes de llegar a la más importante: la nacional. Allí compitió con otros estudiantes de todo el país que tenían las mismas ganas y aspiraciones que él.
“Primero hubo una instancia escolar, donde solo pasaban tres estudiantes y como solo nos presentamos tres, entregamos nuestros trabajos y pasamos directo. Luego hubo una instancia regional, donde de 14 participantes pasamos tres; después la instancia provincial, que de ahí pasaba uno de los 18 estudiantes; y finalmente la instancia nacional donde había 24 estudiantes y allí quedé tercero”, explicó Musso a este diario.
Por el plan de estudios, en la escuela técnica tienen Filosofía, pero es de las materias menos llevaderas para los estudiantes de allí. No fue así el caso de Musso. “El ambiente en las olimpíadas era muy amigable, conocí mucha gente, compartimos pensamientos e intercambiamos opiniones. Creo que haber salido tercero fue el premio menor, y haberlo podido vivir y conocer algo totalmente nuevo fue mi premio mayor”, aseveró Musso.
El tema
Una de las preguntas que no se podía obviar era el tema que preparó el joven nicoleño de la escuela técnica para competir en las olimpíadas. Curioso, al menos, por su inclinación más ligada a lo industrial, robótico y cuestiones muy alejadas del aspecto social que enmarcan a la filosofía.
“Hay dos autores de la escuela de Fráncfort, que son Theodor Adorno y Max Horkheimer, y ellos estudian cómo el fascismo puede verse implícito en lo que es una democracia occidental; pero el fascismo véase en su carácter totalitario, más que el fascismo en sí”, detalló Musso.
De inmediato, agregó que “la parte de la democracia occidental que ellos toman, lo definen como industria cultural, que en su época eran los diarios principalmente; y yo tomo eso pero con la Internet, y ese es el enganche que hago con lo que sería la tecnociencia. De eso hablo sobre lo que ellos definen como empobrecimiento de la experiencia”.
Apoyo docente
Claro que contó con la ayuda de su profesor, Juan Ortiz. “Creo que Luciano tiene algo muy especial. Veo que tiene mucho capital previo, cultural hablo, algo que claramente viene desde su casa, inculcado por su familia y también por su deseo en todos estos temas. Yo siento que no hice más que incentivarlo a que participe. Cuando me mandó el ensayo relacionando el pensamiento de Adorno y Horkheimer con la industria cultural noté que estaba muy bien desarrollado”, contó Ortiz a este medio.
“Desde ya, a mí también me asombró mucho el hecho de que un estudiante de escuela técnica haya querido participar, primero, lograr tan buenos resultados y estar tan interiorizado con las temáticas que se tratan. La filosofía es algo inherentemente humano, siempre se los digo a los alumnos, te vas a hacer preguntas cotidianas y que te vas a hacer siempre. Creo que podría ser un disparador para responder la inquietud de por qué hay un interés por parte de un alumno de una escuela técnica”, agregó el profesor de Musso.
Para concluir, Ortiz manifestó que “la consigna de las olimpíadas de este año era el sujeto en la era de la tecnociencia. En todos los trabajos que he escuchado era eso, la pregunta de lo humano sobre lo digital, en qué puntos es un sistema de dominación, cómo nos podemos resistir, cómo lo podemos cambiar; entre muchas otras cuestiones similares que te llevan a ver que los jóvenes de hoy tienen mucha sabiduría por desarrollar y que están lejos de esa creencia de que están consumidos por los videojuegos”.