La sequía que afecta desde Rusia, el mayor proveedor del mundo, hasta Argentina, está haciendo vulnerable la producción de alimentos, mientras los recientes ataques rusos a buques cerealeros en el mar Negro han reavivado la preocupación de que la guerra pueda limitar los suministros.
Las duras condiciones meteorológicas están reduciendo la producción de trigo en los principales países exportadores, recortando unas existencias que ya se prevé que alcancen mínimos de nueve años, al tiempo que alimentan un repentino aumento de los precios.
La sequía que afecta desde Rusia, el mayor proveedor del mundo, hasta Argentina, está haciendo vulnerable la producción de alimentos, mientras los recientes ataques rusos a buques cerealeros en el mar Negro han reavivado la preocupación de que la guerra pueda limitar los suministros.
Mientras los analistas señalan que los principales exportadores del hemisferio sur, Argentina y Australia, han perdido varios millones de toneladas métricas de trigo por la sequía y las heladas, la falta de humedad está afectando a la siembra de las cosechas de 2025 en Rusia, Ucrania y Estados Unidos.
Rusia también redujo su estimación de cosecha de trigo para 2024, según un informe del jueves que cita al viceprimer ministro Dmitry Patrushev.
“El mercado del trigo se está ajustando y va a empeorar”, dijo Ole Houe, jefe de servicios de asesoramiento de IKON Commodities en Sídney.
Los inventarios mundiales de trigo han caído un 14% desde los máximos históricos de hace cinco años, según datos estadounidenses, debido a las malas condiciones meteorológicas y a la invasión rusa de Ucrania en 2022, país exportador de grano, que disparó temporalmente los precios de la cosecha.
Misiles balísticos rusos atacaron el miércoles la infraestructura portuaria de la región ucraniana de Odesa, el tercer ataque de este tipo en cuatro días.
Los cultivos en Rusia sufrieron heladas tardías y luego sequía desde abril, dijo la ministra de Agricultura, Oksana Lut.
“En algunas regiones no ha llovido desde abril”, comentó Lut en una conferencia. “No sé si ha habido años como éste antes, en los que todo lo que podía ocurrir con el clima realmente ocurrió”.
En el mercado físico, el trigo del mar Negro en el sudeste asiático se cotiza en torno a los 280 dólares la tonelada, incluido el costo y el flete, frente a los 265 dólares de hace un mes.
Los futuros del trigo de Chicago subieron la semana pasada a su nivel más alto en cuatro meses, luego de que en julio tocó un mínimo no visto desde 2020.
Algunos agricultores de países exportadores, como Australia y Canadá, están reteniendo las ventas en previsión de que los precios suban aún más.
“Es la tendencia en la mayoría de los lugares de donde proviene el trigo, los agricultores no están vendiendo y se está convirtiendo en un problema para los comerciantes que han comprometido ventas a los molineros”, dijo un comerciante de granos con sede en Singapur en una empresa internacional.
El agricultor estadounidense Doug Keesling, de 50 años, dijo que rezaba para que lloviera en sus campos de Chase, Kansas, después de plantar unos 486 hectáreas de trigo durante un tercer año de sequía.
“Puedo cavar hasta tres o cuatro pulgadas y no hay ni una gota de humedad en este suelo”, dijo, refiriéndose a una profundidad equivalente a 8 cm a 10 cm.
Alrededor del 94% de Kansas, el principal productor estadounidense de trigo panificable, sufría esta semana una sequía o sequedad anormal, frente al 83% de hace un año, mostraron los datos del Monitor de Sequías de Estados Unidos.
Las perspectivas de producción en la vecina Oklahoma son menores para 2025, después de que la sequía ralentizó las plantaciones, dijo Mike Schulte, director ejecutivo de la Comisión del Trigo de Oklahoma.
Precios más altos
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos prevé que las existencias finales mundiales de trigo alcancen su nivel más bajo en nueve años, con 257,22 millones de toneladas, en 2024-25, aunque considera que la producción mundial alcanzará la cifra récord de 796,88 millones.
Los analistas encuestados por Reuters esperan que el USDA recorte su previsión de existencias el viernes a 256,14 millones de toneladas.
La consultora Strategie Grains estimó el jueves la principal cosecha de trigo de la UE en el nivel más bajo de los últimos 12 años para 2024-25, después de que las lluvias perjudicaron a las cosechas.
En Argentina, la Bolsa de Cereales de Rosario recortó su estimación para la cosecha del país en 2024-25 en torno a un 5%, hasta 19,5 millones de toneladas.
Australia probablemente producirá entre 32 y 33 millones de toneladas, más que el año pasado, pero por debajo de las estimaciones anteriores en entre 2 y 3 millones de toneladas, según los analistas.
“Las cosechas no tienen buena pinta”, expresó Dennis Voznesenski, analista del Commonwealth Bank, mientras recorría granjas de trigo en el sur de Australia esta semana.