El juez Rodrigo Giménez Uriburu, quien integra del tribunal oral que lleva adelante el juicio por la obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015, denunció un presunto intento de estafa a través de la intromisión en su teléfono celular.
Giménez Uriburu sospechó que algo estaba ocurriendo con su teléfono porque desconocidos utilizaron su WhatsApp para comunicarse con sus contactos y pedirles el depósito de sumas de dinero, tal como ocurre en gran parte de las estafas que se cometen con esta modalidad en los últimos tiempos.
La sospecha quedó confirmada cuando la compañía de teléfono celular con la que opera le envió un correo electrónico y le informó que alguien que invocaba su nombre había pedido un nuevo chip para reemplazar el suyo, supuestamente dañado o perdido.
Para pedir el nuevo chip, el ignoto había suministrado información de tipo personal de Giménez Uriburu, que él supuso extraída de su declaración jurada personal que fue accedida ilegalmente tras una intromisión semanas atrás a una oficina del Consejo de la Magistratura.
El juez radicó la denuncia ante la fiscalía especializada en delitos informáticos, a cargo de Horacio Azzolín, quien interviene en otros expedientes de alto impacto público como la investigación por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner.
Habitualmente, en este tipo de estafas cibernéticas, el dinero obtenido mediante engaños suele ser depositado en cuentas temporales difíciles de detectar o bien a billeteras virtuales obtenidas a nombre de personas que desconocen su existencia.