A 41 años de las primeras apariciones de la Virgen del Rosario de San Nicolás, el intendente relató en sus redes sociales cómo este fenómeno transformó a la ciudad y su impacto en la fe de millones de personas.
A más de cuatro décadas de un suceso que cambió para siempre el destino de San Nicolás, mañana se recuerda el milagro que dio lugar a uno de los centros de peregrinación más importantes de Argentina.
El 25 de septiembre de 1983, Gladys Quiroga de Motta, una vecina local, comenzó a recibir mensajes de la Virgen María. Según el relato de Gladys, la Virgen le transmitió: “Soy la patrona de este lugar y me harán un santuario. Cumplid mi palabra”. Este evento, que en un principio fue recibido con escepticismo, se convirtió en el pilar de una devoción mariana que no ha dejado de crecer.
En la actualidad, la ciudad recibe anualmente cerca de un millón y medio de peregrinos, convirtiéndose en uno de los epicentros del fenómeno mariano más grande del mundo. Los fieles viajan de distintas partes del país y el extranjero para rendir homenaje a la Virgen del Rosario de San Nicolás, cuyas apariciones y mensajes se han divulgado ampliamente. El santuario, construido como respuesta a los pedidos de la Virgen, se ha transformado en un lugar de fe, oración y milagros para muchas personas.
A través de un video posteado en redes sociales, el intendente Santiago Passaglia, compartió con los ciudadanos y el público en general la historia detrás de este evento. En el mismo se muestran imágenes de la construcción del santuario, resaltando que este suceso convirtió a San Nicolás en “uno de los lugares más emblemáticos y más visitados de toda la comunidad religiosa”.