El presidente mantuvo un cruce con el fiscal Diego Luciani al que acusó de no escucharlo o “tener un problema de comprensión”. El comentario fue tomado como una falta de respeto por el fiscal y tuvo que intervenir el juez.
El presidente Alberto Fernández declaró este martes como testigo en la causa que tiene como imputada a Cristina Fernández de Kirchner por el presunto direccionamiento de la obra pública de Santa Cruz en beneficio del empresario Lázaro Báez. Más allá de la férrea defensa a la inocencia de la vicepresidenta, un momento tenso se registró cuando acusó al fiscal de tener “problemas de comprensión”.
En medio de la declaración el fiscal Diego Luciani le consultó por la reasignación de fondos que se daban en materia de obra pública ante lo que el presidente contestó de forma irónica. “Me da la impresión de que usted no me escuchó bien antes”, espetó Alberto Fernández.
Cuando el fiscal aclaró que lo había escuchado con la atención, el presidente fue un paso más allá. “Ah, entonces tiene un problema de comprensión”, expresó.
El clima se tornó espeso y el fiscal Luciani dejó claro que tomó como una falta de respeto la apreciación. “No me falte el respeto, Doctor”, le dijo Luciani y acto seguido el juez Jorge Gorini intercedió para decirle al presidente que se estaba extralimitando en su respuesta.