Luciano Serralta, ramallense, de 46 años, se había ausentado de su casa por una diligencia y no había regresado. Su familia difundió una alerta de búsqueda. Luego de varias horas de angustia fue hallado por una lancha en un islote. Había sido arrastrado por la corriente mientras nadaba. Desde un centro de salud agradeció a la comunidad
De la redacción de EL NORTE
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Una búsqueda desesperada terminó con final feliz en la vecina localidad de Ramallo. Luciano Matías Serralta, de 46 años, oriundo de esa ciudad, había desaparecido. Su familia desató la alerta cuando el hombre, que había salido por poco tiempo el lunes por la tarde, no regresó al hogar. Había dejado en su casa ubicada en Mitre al 1500 el celular y la billetera. Al momento de ausentarse en una bicicleta “todo terreno” solo llevaba consigo una riñonera negra y una mochila. Con el paso de las horas fue acrecentándose la angustia al no tener noticias del hombre.
Alrededor de las 11 de la mañana del martes reciben un llamado telefónico dando cuenta de que Serralta se encontraba en zona costera a la altura de la Vuelta de Obligado, en el partido de San Pedro. Agentes de la Prefectura Naval Argentina Dependencia Ramallo lo encontraron en un islote río arriba. Lo rescataron y lo trasladaron a tierra desde donde fue llevado en ambulancia hasta el Hospital Gomendio, donde permanece internado sin lesiones graves ni riesgo de muerte.
Según se pudo reconstruir, Serralta se había arrojado al agua en la boca del arroyo Las Hermanas. En ese lugar dejó parte de sus pertenencias y desde allí fue arrastrado por la corriente del río hasta donde fue hallado. Un hombre que vive en esa zona fue quien lo encontró y dio aviso a las autoridades. Según trascendió, al momento de su hallazgo tenía un golpe en la cabeza y una herida cortante en su mano derecha.
La odisea
Luciano Matías Serralta utilizó las redes sociales para agradecer desde su lugar de internación a todas las personas que colaboraron en su búsqueda. Parte de la carta divulgada dice: “Hola. Soy Luciano Serralta. Quiero dar gracias a la inmensa humanidad, solidaridad, amistad, empatía, ocupación, empeño y amor que le fue y es transmitido a toda mi familiares, amigos y compañeros de tareas. Al trabajo en equipo de todas las autoridades: policiales, Prefectura y al Hospital. A cada persona que se comprometió desde el minuto cero en colaborar para buscarme. A cada medio de comunicación que no dudó en consultar cómo sumar, con muchísimo respeto. A Todos Gracias, Gracias, Gracias!” manifestó.
“Cuando ayer finalmente tuve la fortuna de encontrar ese buen muchacho con su hijo en lancha, cerca del lugar por donde yo estaba pasando, sentí que fue realmente milagroso. Yo ya no contaba con fuerzas física para continuar. Solo la voluntad de llegar a mi familia. Esto fue un accidente, solo quise nadar un poco, digo accidente porque choqué un tronco con la cabeza mientras nadaba. El golpe me desvaneció, me desconectó. Cuando reaccioné ya estaba oscuro y en el medio del canal del río. A partir de ahí comenzó la odisea de una lucha muy larga por salir de esa correntada tan fuerte, con el río muy picado, viento y muy oscuro. Después de mucha lucha, logré llegar a la costa. Luego fue continuar, lucharla. Aunque a medida que pasaban las horas parecía cada vez más imposible. Nunca creí que podía aguantar tantas horas nadando. Quedé impactado por todo el movimiento que se realizó por parte de todos para encontrarme.
Estoy bien. Aún internado en observación. Un poco de dolor de cuerpo y no mucho más. No me van a alcanzar las palabras de agradecimiento. No encuentro más que decirles, una y mil veces más: Mil Gracias a todos, por todo. Estoy muy emocionado y agradecido. Buena Vida para todos”. Es parte de lo que publicó Luciano Serralta mientras se recupera en el Hospital Gomendio tras atravesar una verdadera odisea con final feliz.