El objetivo de esta iniciativa es promover y fortalecer la equidad de género en el ámbito productivo y prevenir las violencias por motivos de género.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, participaron hoy de la apertura del Comité Técnico del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) para la creación de un Sistema de Certificación en Equidad de Género (SIGEG). El objetivo de esta iniciativa es promover y fortalecer la equidad de género en el ámbito productivo, y prevenir las violencias por motivos de género en los diferentes sectores de la estructura productiva en todo el territorio nacional.
“Tenemos el profundo convencimiento de que para lograr los objetivos de tener un sistema productivo con igualdad de oportunidades necesitamos prevenir y combatir activamente las violencias por motivos de género, lograr resolver los problemas de los sectores económicos que están muy masculinizados en términos laborales -con una muy baja presencia de mujeres en los ámbitos de conducción de las empresas del sector productivo-, y disminuir las brechas salariales. Todos estos temas requieren una acción como la que estamos llevando adelante desde el sector público, un trabajo muy fuerte dentro del sector privado, así como una gran interacción entre ambos, con organizaciones intermedias y el sistema educativo”, aseguró el ministro Kulfas durante la videoconferencia. “Buscamos establecer y marcar objetivos que se puedan anidar profundamente en la sociedad y el sector privado para generar ese cambio cultural que tanto anhelamos para resolver estas brechas de género”, agregó.
El Ministro de Desarrollo Productivo destacó la importancia del proceso iniciado hoy y el avance en términos de igualdad de género que generará en el sector productivo. “Este camino que hoy emprendemos es muy importante. La posibilidad de tener una norma que establezca principios fundamentales para el funcionamiento del sector productivo, incorporando activamente la perspectiva de género y la prevención de las violencias por motivo de género es fundamental para que el sector privado lo incorpore activamente en su agenda cotidiana, en el funcionamiento de las empresas, y que tengamos este sistema que pueda certificar adecuadamente el cumplimiento de la normativa”, afirmó Kulfas.
El sistema de certificación tiene como base el cumplimiento de requisitos y compromisos para obtener la certificación que se basa en el principio de igualdad de trato y oportunidades; el de no discriminación por motivos de género; el de prevención y erradicación de las violencias por motivos de género; el de inclusión de la perspectiva de género; y por último, el principio de interseccionalidad.
“Hay una decisión política de este gobierno de priorizar la agenda de género, de trabajar para poner fin a las desigualdades y su contracara más visible, las violencias por motivos de género. Esta decisión se materializa todos los días con políticas públicas muy necesarias que apuntan a una redistribución más justa de los cuidados, el corazón de las desigualdades, pero también con medidas que se dirigen a transformar las brechas y segregaciones que nos afectan en el mercado laboral a mujeres y LGBTI+”, afirmó la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. “Desde el año pasado cuando pensábamos cómo avanzar junto al Ministerio de Desarrollo Productivo teníamos claro que esta certificación era un objetivo. Hay mucho trabajo detrás de este proyecto de normas que hoy presentamos. Sin dudas, la articulación virtuosa es la que nos va a permitir avanzar hacia las transformaciones que el tiempo histórico que nos toca vivir nos demanda”, acotó.
El Comité fue presentado en una reunión virtual con directivos del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), quienes explicaron el proceso de estudio de una norma IRAM y las distintas modalidades de participación en su desarrollo por consenso. Y dio inicio al trabajo que realizará la subcomisión para su implementación.
Desde el Salón Belgrano, del Ministerio de Desarrollo Productivo, participaron de la reunión la coordinadora del Gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo, Paula Basaldúa, el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz, el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Rubén Geneyro, la vocal por el Estado Nacional en el Directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Zaida Chmaruk, y de la Unidad Gabinete de Asesores, Marcelo Kloster.
Además, también estuvieron presentes, de manera virtual, la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito; la subsecretaria de Financiamiento y Competitividad PyME, Leticia Cortese; la jefa de gabinete del ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Lara González Carvajal; la subsecretaria de políticas de igualdad del ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Pilar Escalante; y más de 40 personas entre integrantes del equipo técnico de IRAM y miembros del Consejo Asesor para la transversalización de las políticas de desarrollo nacional con enfoque de género en el sector productivo, compuesto por representantes de cámaras empresarias, redes de mujeres PYME, sector cooperativo y mutual, y entidades financieras.
Por su parte, Basaldúa afirmó: “Estamos apostando a una transformación de largo plazo que implica cambios culturales. Esta norma posibilita unificar los esfuerzos de todas las mujeres, dar un orden, dar un marco, tiene que ver con estandarizar ciertos procesos, animar a las empresas a cumplir con estas pautas y a que las incorporen a la cultura de su organización. Planteamos el sistema de certificación de modo inclusivo, accesible y efectivo no sólo en el cumplimiento de los requisitos sino en términos de procesos, considerando transformaciones en materia de género en el mediano y largo plazo”.
“Tenemos la certeza de que estamos construyendo una sociedad mejor y en ese proceso es necesario incorporar nuevos derechos. Los desafíos son enormes porque es una temática nueva en la que hay que practicar, aprender y corregir errores para diseñar políticas públicas que nos permitan afrontar las desigualdades, ya sean de ingreso, regionales o de género” señaló Schale. “El Ministro hizo referencia a las 39 medidas, pero no es una cuestión de cantidad, es una cuestión de concepción, porque aquí hay un gabinete que entiende que para el desarrollo económico y social del país la política de género debe estar íntimamente relacionada, en un proceso de construcción colectiva” finalizó el secretario.
Merediz resaltó la importancia de “estos procesos de construcción colectiva de una sociedad más justa y del diseño de políticas públicas que avancen hacia una sociedad con mayores niveles de equidad de género” y agregó: “Queremos poner a disposición del IRAM los programas que tenemos en el Ministerio para asistir y acompañar a todas las PyMEs para que puedan certificar estas normas de prevención y erradicación de las violencias de género en el ámbito laboral y generar mejores condiciones de trabajo”.
Por su parte, el director general de IRAM Nicolás Eliçabe, afirmó: “Estamos plenamente comprometidos con la agenda de género y con el objetivo de desarrollo sostenible. Me gusta recalcar la importancia que tiene la normalización de un país y, en este caso, la articulación, que es fundamental entre el sector público y nosotros, como organismo técnico pilar del sistema nacional de la calidad, para generar el desarrollo de nuestro país”.
La certificación de género se elaboró de manera conjunta con personal técnico del INTI que aportó la experiencia del organismo en su trabajo articulado con todos los sectores productivos. El proyecto de la norma operará como guía que incluye requisitos, supone la elaboración de un diagnóstico para que cada organización identifique cuál es su situación y, luego, la implementación de un plan de acción con objetivos.
“Reconocemos la desigualdad en el mundo del trabajo y por eso destacamos el trabajo colaborativo y en conjunto para proponer una norma de equidad de género en el entramado productivo nacional. El objetivo es que sea una norma certificable accesible, inclusiva, efectiva y, en una primera etapa, voluntaria”, señaló el presidente del INTI, Rubén Geneyro, y destacó: “Los grandes ejes de la propuesta se centran en un diagnóstico inicial, el compromiso de los organismos o empresas, y avanzar en una planificación y evaluación permanente para llevar adelante políticas de género en el sector productivo”.