La ex planta Ciccone, estatizada durante el kirchnerismo, fue el centro de denuncias que involucraron a Amado Boudou.
El Gobierno cerró la planta de fabricación de billetes Ciccone Calcográfica, que fuera estatizada por el kirchnerismo tras el escándalo del ex vicepresidente Amado Boudou, que fue condenado por comprar la empresa a través de amigos y testaferros.
La noticia la había anticipado el propio Adorni en una conferencia de prensa a principios de octubre, donde también adelantó que se reestructurará la Casa de Moneda.
“Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, posteó el ministro de Economía, Luis Caputo.
“De esta manera, la Agencia de Administración de Bienes del Estado dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta. El mismo actualmente posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, continuó.
“A partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes. En la misma línea, se retirará toda la maquinaria importada utilizada para la producción de billetes. La producción de los mismos se encuentra sin operar desde el 31 de octubre, cuando el BCRA decidió rescindir el contrato vigente y dar por terminada la producción de billetes por parte del Estado Nacional”, siguió Caputo.
La empresa, explica Caputo, “había sido expropiada por el Estado Nacional el 22 de agosto de 2012 durante la gestión de Amado Boudou cuando cumplía funciones de Vicepresidente. Debido a que esta operación fue un caso de corrupción de público conocimiento, y a que hoy resulta menos oneroso que la producción de billetes se compre a distintos proveedores internacionales, no existe ninguna necesidad de que la compañía continúe en manos estatales.
“El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $5040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir”, concluyó.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni expresó en su cuenta de X (anteriormente Twitter): “En el día de hoy hemos cerrado definitivamente la planta ex Ciccone, uno de los grandes emblemas de la corrupción kirchnerista. El Estado Nacional ya no fabricará más billetes: los argentinos se van a ahorrar 5.040 millones de pesos anuales”.