Sergio Massa presentará en una conferencia de prensa esta tarde el nuevo sistema para incentivar la liquidación de divisas del sector.
El Gobierno anunciará en las próximas horas un nuevo esquema, más dinámico y con mejor perfil financiero, de tipo de cambio para incentivar a los productores del campo que todavía mantienen granos en silo bolsa a que apuren la venta.
El nuevo esquema surge luego de las quejas de la Sociedad Rural Argentina (SRA) a la falta de avances en las dos reuniones que mantuvieron dirigentes y técnicos de las entidades de la Mesa de Enlace con el secretario de Agricultura, Juan José Bahilo.
Según trascendió en las últimas horas, el nuevo esquema de “dólar soja” representaría para los productores un tipo de cambio equivalente a los $200 aproximadamente, contra los $140 que cobran ahora menos la retenciones.
El septiembre venció un esquema de dos meses que había diseñado el Banco Central, mediante el cual el productor que vendía sus granos podía acceder a un equivalente de 30% en dólares y un 70% que debía quedar depositada en una cuenta especial ajustable por el tipo de cambio oficial.
De ese esquema, tan solo se hicieron 50 operaciones. lo cual constituyó un verdadero fracaso, que ya habían anticipado los dirigentes ruralistas.
Con ello, el Ministerio de Economía trata de mejorar el perfil de liquidaciones de dólares de las cerealeras y los exportadores en general.
Al asumir el ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo que ya tenía comprometidos unos u$s5000 millones del campo, aunque en rigor, el sector siguió liquidando a bajo ritmo, en parte, porque sigue desconfiando de una devaluación.
Para esta altura del año, si bien las liquidaciones son inferiores a las de la primera mitad, el ingresos de divisas debería ser mayor.
Aparentemente, los productores están vendiendo sus cosechas en el punto justo y necesario para sostener sus gastos y comenzar a comprar los implementos para la próxima campaña.
En los primeros seis meses del 2022, cuando se produjo la catarata de dólares de la cosecha, que constituyó un récord histórico debido a la suba de los precios internacionales, el Banco Central no pudo sumar prácticamente ninguna divisa a las reservas.