Con posibles configuraciones en el control y asignación de programas estatales, la relación con los movimientos sociales se mantiene tensa.
Luego de un cierre de año más calmado en lo que refiere a protesta de las agrupaciones sociales, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz no descarta cambios en los programas sociales que podrían alterar aún más la relación entre la Unidad Piquetera y el Gobierno.
En la última semana del 2022, la funcionaria se reunió con los grupos piqueteros de izquierda y con los movimientos sociales de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), afines al Frente de Todos.
Según consigna el medio La Nación, acordaron el pago de un nuevo bono en marzo de unos $17.000 para los beneficiarios del Potenciar Trabajo y una serie de compromisos. Aunque no alcanzaría para calmar las aguas.
Tras el mencionado encuentro, Eduardo Belliboni -dirigiente del Polo Obrero- señaló: “No hay ninguna tregua con Tolosa Paz. La ministra tiene que cumplir los compromisos”. Y agregó que prevé “un 2023 malo por lo que hay que pagarle al Fondo”.
Mientras desde la cartera social buscan la forma de mejorar la transición desde la asistencia a un empleo genuino, desde las organizaciones sociales temen la llegada de un ajuste a los planes.
Desde el Ejecutivo ya se encontraban “en deuda” debido a la demora en la entrega de cajas navideñas, y en la agilización de expedientes para la entrega de herramientas a cooperativas de las distintas agrupaciones.