Un espectáculo cultural en Quanzhou, China, terminó en caos cuando 2,000 drones cayeron del cielo durante una presentación artística. El incidente, causado por factores aún bajo investigación, generó pánico entre los asistentes, aunque no se reportaron heridos.
En Quanzhou, China, un evento cultural que prometía deslumbrar al público terminó en un accidente inesperado. El pasado 8 de diciembre, el reconocido artista Cai Guo-Qiang presentó un show innovador que mezclaba drones y fuegos artificiales para celebrar la historia y cultura local. Sin embargo, la noche tomó un giro inesperado cuando alrededor de 2,000 drones comenzaron a caer del cielo.
El espectáculo había atraído a multitudes para admirar la combinación de luces, drones y pirotecnia. Según informes, el viento comenzó a intensificarse, provocando que los drones perdieran estabilidad. Imágenes difundidas en redes sociales mostraron cómo algunos chocaban entre sí y otros caían en lagos o terrenos cercanos. La escena generó confusión y pánico entre los asistentes, quienes buscaron refugio ante el riesgo de ser golpeados.
Causas en investigación: teorías y controversias
Aunque afortunadamente no se reportaron heridos, el incidente generó múltiples interrogantes. Una teoría sugiere que los fuertes vientos drenaron las baterías de los drones más rápido de lo esperado. Otra apunta a la posible intervención de dispositivos de interferencia, conocidos como “armas antidrone”. Estas herramientas electrónicas pueden desactivar drones a una distancia de hasta un kilómetro.
Las autoridades locales informaron que algunos drones no habían sido registrados con el control de tráfico aéreo, lo que pudo haber llevado a su catalogación como aeronaves no autorizadas. Según algunos reportes, la policía habría utilizado tecnología de bloqueo para neutralizarlos. A pesar de las especulaciones, ninguna hipótesis ha sido confirmada oficialmente, y se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
Regulaciones y lecciones aprendidas
El accidente en Quanzhou pone en evidencia los riesgos asociados con la tecnología en eventos masivos. En países como Estados Unidos, existen regulaciones estrictas para garantizar la seguridad en espectáculos con drones. Estas incluyen límites de altitud, zonas de amortiguamiento entre las aeronaves y el público, y requisitos de autorización previa. A pesar de ello, recientemente se han registrado accidentes similares en dicho país.
La experiencia china podría servir como recordatorio de la importancia de implementar medidas preventivas. El incidente no solo dañó drones costosos, sino también la confianza del público en este tipo de eventos. Por ahora, la comunidad internacional espera los resultados de la investigación para entender qué salió mal y cómo evitar que se repita en el futuro.