El Frente de Todos definirá en los próximos días si realiza o no una marcha de apoyo a Cristina Kirchner el viernes que viene, cuando la Vicepresidenta presentará los alegatos de su defensa ante la Justicia en la causa Vialidad. En buena parte, esperan una señal del entorno de CFK para empezar a organizar una movilización que tendría semejanzas con la protesta que tuvo lugar en Recoleta hace tres semanas. De hecho, se evalúa si realizarla, nuevamente, frente al departamento de la dirigente.
Pablo Moyano fue el primero en dar un paso -medianamente- certero sobre sus planes para esa jornada. En una entrevista con C5N, el líder camionero deslizó que consideraba que era necesario marchar en defensa de la ex mandataria. “La CGT está en estado de alerta y movilización. Se habla de un acto el 23 de septiembre, cuando la Vicepresidenta declare (en el marco de la causa Vialidad) y vamos a acompañar de forma masiva también a esa movilización”, sostuvo el dirigente sindical. La iniciativa provocó un vendaval al interior del sindicalismo, donde los sectores mayoritarios de la central cegetista dejaron conocer su malestar porque la convocatoria no había sido siquiera conversada.
Pero también La Cámpora, los movimientos sociales, y el propio gobierno, con Alberto Fernández a la cabeza, debaten por estas horas cómo actuarán el 23 de septiembre, día clave para el oficialismo. Luego de las presentaciones de los otros acusados, será el turno de Cristina Kirchner presentar sus alegatos, que se desarrollarán durante el lunes, el martes y el viernes. Los dos primeros días hablará su abogado, Carlos Beraldi, y el último día será ella misma, en su condición de abogada, la que se sentará frente una cámara y expondrá sus ideas, de manera remota, durante un discurso que, se descuenta, tendrá una fuerte carga política.
Por el momento, la organización de Máximo Kirchner no confirmó una protesta, pero tampoco la descartó. “No hay nada previsto al momento”, dijo, lacónico, un funcionario nacional del camporismo. En el kirchnerismo están en pleno intento de un acercamiento con Juntos por el Cambio, y en general las marchas de respaldo a la Vicepresidenta contra el “lawfare” incluyen fuertes acusaciones a la dirigencia opositora. En el kirchnerismo sopesan cómo defender a su jefa política sin quemar, al mismo tiempo, los cimientos del eventual diálogo.
El viernes por la tarde, mientras ultimaban preparativos para el viaje del primer mandatario a Estados Unidos para participar de la ONU, un funcionario del círculo de la Casa Rosada tomó distancia de la -aún incierta- convocatoria. “No es un tema que se esté analizando. No sabemos si se va a hacer. Un gobierno es un gobierno, no analiza sumarse a cada marcha que convoca algún sector. Esto tampoco significa que el Gobierno no se va a sumar. Pero no se analiza. Nadie le pidió al Gobierno que se sume, porque la marcha por ahora no existe. No es nuestro tema”, dijo.
Antes, Gabriela Cerruti, si el Presidente tenía planeado hacer una convocatoria oficial para ese día, pero la respuesta fue imprecisa. En su habitual conferencia de prensa de los jueves, la funcionaria había dicho que el Gobierno respalda a la ex presidenta en general, sin brindar una definición sobre esa jornada en particular.
Sin embargo, una importante fuente de Balcarce 50 dejó saber a este medio que el Presidente ya dio instrucciones para ponerse a disposición de los colaboradores de Cristina Kirchner. En definitiva, aseguran, esperarán la definición de la titular del Senado para convocar a los ministros y dar apoyo formal. Pero durante los próximos días evitarán referirse en público al asunto. Si bien hay una necesidad política a nivel interno de dar apoyo en el tema más sensible, también hay conciencia de que el Ejecutivo no debe intervenir activamente en temas judiciales.
El caso de los movimientos sociales también está por verse y se discute puertas adentro en cada uno. Ayer, un importante dirigente de la UTEP mostró cierta reticencia: “No conocemos ninguna convocatoria de ese tipo, pero no es lo mismo que la marcha para repudiar el intento de magnicidio o la misa por la paz el diálogo y la Fraternidad entre argentinos y argentinas”, deslizó, respecto de las últimas demostraciones del oficialismo a favor de Cristina Kirchner por el ataque que sufrió frente a su casa.
En la última manifestación en defensa de Cristina Kirchner y en contra del Poder Judicial, hace tres semanas en Recoleta, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Barrios de Pie habían plantado sus banderas frente al departamento donde vive la vicepresidenta. “Probablemente sea diferente según la organización. El Evita, que no fue el día de las vallas, quizá no esté. Pero el Chuki Menéndez y Grabois van a mover”, se adelantó un dirigente social que, además, integra formalmente el Gobierno.