El Virrey se reencontró con su 10 preferido y habló de la relación paternal que los une, antes de salir al campo para el partido homenaje.
En un día que recordaba a un momento histórico para los hinchas de Boca Juniors, Carlos Bianchi, el legendario entrenador que llevó al equipo a su época dorada en los años 90, hizo su aparición en el hotel Intercontinental. Los fanáticos presentes se revolucionaron al ver al “Virrey” llegar para el almuerzo de camaradería organizado por el vicepresidente del club.
Entre los invitados especiales se encontraba el máximo ídolo boquense, Juan Román Riquelme, cuya frase “Llegó un día con mucho frío en el 98, dijo: ‘Hola, soy Carlos Bianchi’, y recién perdió en el 99” se había grabado a fuego en la memoria de los hinchas. El esperado abrazo entre el entrenador más exitoso en la historia del club y su jugador preferido se convirtió en un momento inolvidable para todos los presentes.
Ya en la intimidad del vestuario de la Bombonera, donde se llevó a cabo la despedida de Riquelme, Bianchi habló sobre la relación que los une: “Él a veces me dice que soy como su papá. Habrá que preguntarles a mis dos hijos si lo quieren a Román como hermano, jajaja… Y sí, lo quieren y se lo merece”. El cariño y respeto mutuo entre ambos se refleja en una conexión paternal, donde Bianchi no solo le otorgó el número 10 a Riquelme, sino que también le brindó su apoyo y protección, convirtiéndose en una figura paternal para el talentoso mediocampista.
A pesar de vivir en París y disfrutar del clima cálido de la capital francesa, Carlos Bianchi decidió viajar especialmente a Buenos Aires para este evento tan significativo. A sus 74 años, el “Virrey” se mostró tranquilo y en buen estado, listo para asumir su papel como entrenador de sus antiguos dirigidos en el partido que se disputará en la Bombonera.
La presencia de Carlos Bianchi en la despedida de Juan Román Riquelme no solo emocionó a los fanáticos de Boca Juniors, sino que también reafirmó el vínculo especial entre ambos. Este encuentro entre el DT más exitoso y el máximo ídolo del club quedará grabado en la memoria de todos los presentes como un momento único y emotivo en la historia xeneize.