Tras la salida de Martín Guzmán de la cartera de Economía, se preveía que el inicio de semana iba a ser crítico para el país en materia cambiaria. Efectivamente, el dólar blue pegó un salto descomunal en relación con los 239 pesos que cotizaba el viernes en el mercado ilegal.
En la city porteña ayer trepó inicialmente a los 270 pesos, y llegó a cotizar 280 pesos. Finalmente cerró a 260 pesos, lo cual implica un incremento del 8,79% con relación al valor del viernes. En términos nominales, el aumento fue de 21 pesos en una jornada.
El mercado negro de dólares estuvo ayer muy volátil también en San Nicolás. Durante la mayor parte de la mañana llegó a pedirse 275 pesos por dólar, y poco antes del cierre se ofrecía a 270 pesos.
También se complicó la compra de dólares oficiales en virtud de que los home bankings estuvieron caídos durante buena parte de la jornada cambiaria. El Gobierno optó por evitar el establecimiento de un feriado cambiario mientras los nuevos funcionarios del área económica se acomodan en sus puestos. Una conducta que no dejó de sorprender durante el fin de semana, mientras se extendían las negociaciones por la sucesión del exministro Guzmán, fue la afluencia de consumidores en los supermercados y shopping centers para hacerse de bienes durables o productos importados, todo un síntoma de que los pesos “queman” en los bolsillos. También fue clara la tendencia alcista sobre el dólar MEP, una valuación formal implícita en los precios de bonos que son negociados tanto en pesos como en dólares en el mercado bursátil. Al dividir el precio en pesos del activo por el precio en dólares se obtiene un tipo de cambio implícito, alternativo al dólar oficial y muy ligado al desenvolvimiento de precios del dólar “blue”. En este sentido, el MEP se pactó en los 271 pesos.