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viernes, enero 10, 2025
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EL CURA MATIUSSI NO DECLARÓ, MIENTRAS QUE RUBÍES Y OJEDA SE MANIFESTARON INOCENTES

CAUSA ABUSOS EN JARDÍN BELÉN

La causa que se les sigue al sacerdote Tulio Matiussi, el portero Anselmo Ojeda y la preceptora María Rubíes tuvo el inicio de la recta final del curso legal que los presume como autores de abusos sexuales contra niños que, en aquel momento, tenían entre 3 y 5 años y pertenecían al Jardín Belén de San Pedro. Rubíes y Ojeda declararon su inocencia; el abogado de Matiussi intervino en su lugar para hacerlo, además de acusar imparcialidad en el proceso. Los abogados defensores pidieron la absolución de los tres señalados. Hasta el próximo viernes -cuando se dicte la sentencia- el Tribunal Oral y Criminal nº 2 de San Nicolás prestará audiencias para definir su responsabilidad o inocencia.

El sacerdote sólo habló para identificarse, mientras que su abogado intervino en reiteradas ocasiones en el uso de la palabra. IARA CERASI/EL NORTE

Carolina Mitriani
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Luego de una larga espera, comenzó en la jornada de ayer la semana que se dispone para el juicio oral y público por presunción de abusos infantiles cometidos en la institución sampedrina «Jardín Belén». Tulio Alejandro Mattiussi, Anselmo Ojeda y María Luján Rubies enfrentan cargos por abuso sexual agravado. El abogado de las familias afectadas, Dr. Ariel Fusco, solicitó ampliar la acusación a abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores.

La mamá de una de las niñas que en aquel momento tenía 5 años brindó detalles a la Justicia, dando cuenta de que la pequeña comenzó a tener actitudes llamativas, tales como miedo y desconocimiento de la privacidad de su cuerpo y el ajeno. Ante esto, la madre indagó con ayuda profesional y luego “ató cabos” cuando supo del reclamo de otras familias. Con mucho dolor y nerviosismo, replicó el testimonio de su hija, que contaba sobre “juegos y cosquillas” que el portero habría hecho en el baño de la institución, haciéndose llamar «Agustín» para desviar la percepción; la niña expresó que “jugaron a casarse y se daban besos en la boca”.



Proceso

El Tribunal Oral y Criminal nº 2, compuesto por los jueces Alejandro López, María Elena Baquedano y María Belén Ocariz encabeza el tratamiento de la causa. En primer término, luego de la correspondiente identificación de los imputados, Baquedano –quien preside el estrado- dio lugar a la lectura de los alegatos y el inicio de las declaraciones testimoniales.

Una instancia de particular tensión tuvo el pedido del doctor Marchetti, defensor del sacerdote, quien manifestó su interés por la reserva de casación. El letrado expresó que el tribunal que está al frente de la causa tiene intereses particulares al respecto. Esto fue denegado, ya que el cuerpo de jueces entiende que se está trabajando en base a las resoluciones y términos pertinentes. A partir de esto, el defensor del religioso insistió en disponer la suspensión de lo acusado contra Tulio Matiussi.

Por parte del Ministerio Público Fiscal se hacen presentes el Dr. Hernán Granda y la fiscal tematizada en abuso sexual, Dra. Franca Padulo. Ambos realizan intervenciones para preguntar y aclarar acerca de los detalles que surgen en el recinto.



Matiussi

El sacerdote Tulio Matiussi decidió hacer uso de su derecho a no declarar en la causa que lo implica. Fue su representante quien se expresó ante las autoridades competentes. El letrado comenzó marcando que “el señor necesita declarar” pero que “quiere gritar su verdad y su inocencia frente a un tribunal imparcial”. El abogado Marchetti acusó en reiteradas ocasiones que los representantes de la Justicia utilizan “formas y modos desde abril que nos dan la certeza de la parcialidad”. Por tal motivo, entiende que “todo lo que diga (Matiussi) va a ser desoído” y eso lo lleva a hacer reserva de declarar ampliamente en la causa.

Rubíes

La preceptora María Rubíes fue la primera en tomar la palabra para prestar declaración. Con guía de su abogado, el Dr. Ares, la mujer aseveró que con la cantidad de tareas que realizaba no tenía ningún tipo de margen horario como para dar lugar a la sospecha de lo que se le acusa; “mi tiempo no me alcanzaba para nada”, dijo. 

Rubíes hizo hincapié en que su estado de salud se deterioró a causa de la acusación que sobre ella recae: “Para mí fueron dos cárceles, la enfermedad de mi cuerpo y esta denuncia. Me enfermé de cáncer por esto, que es una calumnia muy grave. Me destrozaron la vida”. También resaltó su participación activa en la iglesia católica, destacando que la parroquia (a cargo de Matiussi y marcada como un lugar sospechado de escenario de abusos) es su “segunda casa”, donde brindaba clases de catequesis y tocaba la guitarra desde temprana edad. Además, comentó: “yo fui al Jardín Belén. Fui la primera promoción”.



Ojeda

El entonces portero de la institución, Anselmo Ojeda, declaró: “no era mi función nada vinculado con los chicos. No entiendo cómo de la noche a la mañana llegué acá. Intenté, intento, ser una buena persona pero no deja de ser una pesadilla”. A su vez, como la preceptora, manifestó su “total inocencia”, refiriendo “no cabe en mi cabeza toda esta acusación”.